Exija el PSOE la luna. Algo es algo

Madrid

Hay que ver qué cosas más curiosas pasan en la política y en los medios. Resulta que ahora tenemos a un aluvión de demócratas y liberales de toda la vida, incluso jactanciosos de su acrisolada honradez, urgiendo a Pedro Sánchez a que no pierda ni un segundo en bendecir la permanencia de Mariano Rajoy en La Moncloa. O sea, que después de bramar tiempo ha que no podía seguir de presidente ni un solo minuto más después de algunas de sus barrabasadas y cariños a los corruptos, ahora pretenden que los socialistas contribuyan generosamente a llevarle en andas hasta la nueva legislatura con aleluyas de hosanna, hosanna en las alturas.

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Ayer mismo, sin ir más lejos, todavía vivíamos muchos de los efectos devastadores de sus últimos cuatro años: intromisión de jueces en el caso catalán como perniciosa consecuencia de que Rajoy metiera en tribunales lo que no supo resolver como político. También ayer la Audiencia Nacional cerraba el caso de los titiriteros, un derivado de la ley mordaza del gran ministro que tanto ha contribuido, igual que su jefe, a añadir combustible a la fábrica de independentistas con sus cucharaditas de mugre. Y, además, marca de la casa, de nuevo más corrupción, ahora en las líneas del AVE.

Al menos, exija el PSOE un precio desorbitado porque tiene la sartén por el mango. Y el mango, también.