¿Se acuerdan del Pacto del Majestic?

Madrid

Mariano Rajoy se dispone a llamar a partir de hoy al resto de partidos que pueden garantizarle la investidura primero y gobernar después. No es lo mismo una cosa que la otra. Uno puede apelar a la responsabilidad de otros, del resto, evitar la repetición de elecciones y conseguir así que haya un presidente que eche a andar un gobierno. Pero luego tiene que gobernar, tiene que aprobar presupuestos y leyes, y necesita 176 votos cada vez en el Congreso. Así que el PP no puede pedir en esta ocasión un contrato de adhesión. Tiene que fajarse.

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Eso de que Rajoy va a chequear la disposición de los otros y sólo si encuentra buen ‘feeling’ pondrá en marcha una comisión negociadora es mal camino. Si el PP quiere de verdad gobernar, ya sabe, se lo han dicho por activa y por pasiva, tiene que poner encima de la mesa una oferta negociadora más allá de cinco epígrafes.

Ciudadanos, su más próximo ideológicamente, ya ha dicho que está dispuesto a sentarse a la mesa. Entre los dos suman 169 escaños, a siete sólo de la mayoría absoluta. Y no es que Rivera con sus 32 diputados quiera mandar en el PP, como sostienen los dirigentes populares, es que quien necesita esos 32 escaños de C’s es Rajoy y el PP.

Pueden recordar, si les orienta, el pacto del Majestic. Aznar necesitaba en 1996 solo 20 diputados más para la mayoría absoluta. Y para conseguir los 16 de CiU, de Pujol cedió a las comunidades la recaudación del 33 por ciento del IRPF, el 35% del IVA, la supresión de los gobiernos civiles y la supresión del Servicio Militar, de la mili, nada menos. Además, claro, de hablar catalán en la intimidad.