Larga vida al sol

Santiago del Teide

Estuve ayer en el primer observatorio que el Astrofísico de Canarias tuvo cerca del Teide. Allí Pere Pallé, un astrofísico que está aquí desde 1979, me hizo mirar el telescopio para ver el sol. En ese momento era un punto rojo perfecto al que le sobraba una barba que parecía escasa pero que probablemente es mil veces más grande que la tierra, pues en el sol caben un millón trescientas mil tierras. Me dijo Pallé que esta observación del sol nos permite averiguar si el astro se desmanda, porque su cólera nos puede dejar a oscuras. Pero, tranquilos, el sol ahora tiene barba pero no está inquieto y aún durará cinco mil millones de años.