Altas dosis de incoherencia
Pedro Blanco reflexiona sobre el cambio de postura de los partidos políticos en las negociaciones

Madrid
Solo desde la incoherencia se puede gestionar este tiempo político y superar así el bloqueo en el que llevamos ya siete meses instalados. Tendremos que asumir que la incoherencia será una cesión inevitable, y entender que Rajoy persiga hoy lo que ni siquiera se atrevió a intentar en diciembre, un gobierno en franca minoría. Tendremos que intentar comprender que en el juego de las sillas, el PP esté dispuesto a negociar con los que, según su discurso, quieren romper España, con los independentistas de CDC a cambio de permitirles tener grupo propio. Habrá que respirar hondo para no creer que nos toman el pelo cuando se postula como candidato el representante de un partido rupturista.
Deberemos dar por descontados los bandazos de Ciudadanos, un partido que defendía que el Congreso lo presidiera un partido diferente al que ocupe la Moncloa, o que hizo de la regeneración su bandera y que está dispuesto a dar la presidenta del Congreso al PP sin que Rajoy ni siquiera haya pasado el plumero. Oiremos voces socialistas camufladas con escamas que animarán a Pedro Sánchez a intentar ser la alternativa en el peor momento de la historia de ese partido. Asistiremos a maniobras y golpes de efecto de Podemos, para teatralizar una supuesta alternativa que en realidad erosionan con cada uno de sus giros.
La incoherencia ha sido siempre una tara de la política, pero hoy la incoherencia es parte del remedio. Entre el idealismo y el realismo algo cínico, hay un espacio que se puede ocupar sin necesidad de caer en la ingenuidad... Claro que nos van a traicionar, claro que renunciarán a algunos de sus principios de cartón piedra, sin duda harán aquello que negaron, cederán donde no iban a hacerlo... pero no nos engañemos, mejor incoherentes que incapaces.

Pedro Blanco
Llegué a la SER en 1996 y desde entonces he trabajado como editor en diferentes programas. He sido director...




