Esperando que el muerto pestañee

Madrid

Llevamos desde junio esperando que el muerto pestañee. Espera inútil, naturalmente. La situación política está asfixiada por tres noes que son muy explicables por separado, pero que juntos cierran todas las salidas. Son el no del PSOE al PP, el no del PSOE a Podemos y el no de PP y el PSOE a Esquerra y a la antigua CiU por su activismo independentista. De manera que con este triple no ninguna suma es posible, ni siquiera con el acuerdo PP-Ciudadanos, ni lo será después de las elecciones vascas y gallegas del día 25. Por eso, esta bataola de declaraciones cruzadas.

Tanto blablá no sirve para nada. Es simple marketing precampaña electoral y precongreso socialista. Y por eso, porque no hay ni se vislumbra salida, es por lo que algunos, y no solo el Ibex, propusimos y seguimos proponiendo que el PSOE ofrezca las excepciones necesarias para desbloquear la situación. Que se las ofrezca no al PP sino a los españoles. Sé que no es justo, porque nadie se abstuvo en favor de la investidura de Pedro Sánchez, pero ahora mismo es la única forma de evitar unas terceras elecciones.

¿Por qué hay que evitarlas? Porque tampoco unas terceras elecciones van a derrotar a Rajoy, ni van a unir a las izquierdas. Puede que sirvan para fortalecer o debilitar a Sánchez, para medir el peso de Podemos frente a sus confluencias y otros variados asuntos muy interesantes. Pero desde luego, no van a alterar las grandes cifras y vamos a estar en el mismo sitio que ahora: abocados a unas cuartas elecciones. No nos engañemos, el cadáver no va a pestañear.