¿De verdad que no hay alternativa?
Será Pedro Sánchez quien deberá explorar el terreno, pero hace bien poco decenas y decenas de firmas le pedían públicamente que trabaje para armar un pacto con Podemos y Ciudadanos.
Madrid
¿Todavía queda alguien en la sala que piense que lo mejor que le puede pasar a este país, tan sufrido, es que siga gobernando Mariano Rajoy?
Más información
¿Creen, de verdad, que un partido de izquierdas –por muy moderado y socialdemócrata que les parezca- puede premiar la impunidad de quien ha lanzado una mentira tras otra en el caso Soria, digno colofón a cuatro años terribles de embustes y feas, muy feas argucias como esta última de querer cargarle el muerto a Guindos –otro que tal- cuando el propio Rajoy fue quien soltó por su boquita –y le oyeron en todo el mundo, porque lo dijo desde China- aquella paparrucha del funcionario y el concurso?
Ante el panorama de seguir con semejante bochorno, a nadie debería extrañarle que el segundo partido en votos intente presentar una alternativa. ¿Con quién?, me preguntarán ustedes y con razón. Pues será Pedro Sánchez quien deberá explorar el terreno, pero hace bien poco decenas y decenas de firmas le pedían públicamente que trabaje para armar un pacto con Podemos y Ciudadanos.
El mismo, exactamente el mismo, que pudo ser realidad hace meses y que Iglesias, obsesionado con el sorpasso, se encargó de enterrar. ¿Difícil? Pues claro, con enemigos feroces desde dentro y desde fuera. Pero nadie dijo que la vida es fácil, y mucho menos en política.
Y en España, que somos como somos.
