"El 'David' representa la personificación del hombre del Renacimiento"

Reabrimos La Ventana del Arte para descubrir cómo se creó el David de Miguel Ángel. En 1501, la Ópera del Duomo encargó a Miguel Ángel que terminara la obra que inició Agostino Duccio en 1464. El 13 de septiembre de 1501 el artista empieza el trabajo, que terminó tres años después. Su destino previsto era ser colocada sobre uno de los contrafuertes de Santa Maria dei Fiore. Miquel del Pozo conoce bien El David: durante su etapa como estudiante de Historia del Arte, estuvo dos días “encerrado” en la Galería de la Academia (donde se encuentra hoy la obra original) estudiando la monumental escultura. Muchos escultores querían recibir el encargo, se dice que incluso Leonardo se postuló para ello. Para entonces, Miguel Ángel era un joven de 26 años y su mejor obra, la Pietà, estaba en Roma, así que pocos en Florencia sabían de él. Cuentan que lo consiguió por afirmar que era capaz de hacer la escultura sin añadir ninguna parte de otro bloque de mármol, como pretendían hacer los demás. Esculpir la figura de un solo bloque era el tipo de habilidad técnica que se apreciaba mucho en Florencia. La expectación era máxima. A las pocas semanas de comenzar a trabajar, Miguel Ángel pidió que se levantaran cuatro muros alrededor del bloque, para poder escapar de la mirada de los curiosos. También se construyó un techo. Cuando se mostró la pieza (que pesa 10.000 kg), casi terminada, lo hicieron derribando los muros en un gran espectáculo público.