Heléne Langevin-Joliot: "Mi abuela es un símbolo para la mujer, casi una bandera"
Los nietos de Marie Curie analizan la falta de reconocimiento al trabajo de las mujeres científicas
Madrid
Esta semana la Academia Sueca de las Ciencias ha otorgado los tres premios Nobel dedicados a la ciencia: el de medicina, el de física y el de química. En total, este año, este galardón más prestigioso del mundo (y el de mayor dotación económica) ha sido entregado a siete investigadores.
El Viajero Cuántico (07/10/2016) - Entrevista a los nietos de Marie Curie
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Entre ellos, un año más, no hay ninguna mujer. Nuestro Viajero Cuántico nos ha propuesto analizar esta falta de reconocimiento de las mujeres científicas con unos investigadores cuya familia cuenta con cinco premios Nobel, tres de ellos ganados por mujeres. Se trata de Pierre Joliot-Curie y Heléne Langevin-Joliot. Su abuela Marie Curie recibió dos y su madre, Irene Curie, otro más por descubrir nada más y nada menos que la radiactividad.
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"En Francia se creó un premio de alto nivel para mujeres, pero nos hemos preguntado si algo así no es fomentar la discriminación", ha explicado Langevin-Joliot, que ha seguido los pasos de su famosa abuela y es una de las mayores especialistas del mundo en física nuclear, que no duda en reconocer la importancia de su abuela para el feminismo: "Es un símbolo para la mujer, casi una bandera".
Langevin-Joliot ha reflexionado, asimismo, sobre el peligro que entraña la bomba nuclear: "Mi abuela no conoció su desarrollo. Y hoy en día todo el mundo olvida que las bombas atómicas acumuladas, si las utilizaramos en un conjunto, serían un problema de supervivencia de la humanidad". Pese a ello, ha defendido el descubrimiento de Madame Curie, pues permitió la construcción de centrales nucleares para producir energía eléctrica: "Los reactores podían desempeñar un papel muy importante en el ámbito de la biología y la física nuclear".
Joliot-Curie, al igual que su prima, pertenece a una saga familiar de científicos, algo que nunca supuso para él demasiada presión: "No estuve sometido a lo que representaba descender de una familia excepcional. Mis padres siempre han insistido en el hecho del placer que uno tenía que tener a la hora de ejercer la ciencia, que tenía que ser como un juego".
El principal problema de la ciencia en nuestros días, ha aseverado Joliot-Curie, es la escasa financiación: "Los medios que se le atribuyen a la ciencia, especialmente a la investigación, son insuficientes". El nieto de Marie Curie ha apuntado al alto coste que supone la investigación como la principal causa de la falta de inversión, aunque ha afirmado que a largo plazo supone una fuente de riqueza. "La dificultad de los científicos estriba en cómo evaluar correctamente la investigación creativa. En ese sentido queda mucho por trabajar", ha puntualizado.