Más disyuntivas dramáticas

Madrid

Al PSOE se le encadenan las disyuntivas dramáticas. Si ha sido durísimo optar entre abstenerse o decir no, va a ser igualmente tremendo decidir entre mano blanda o mano dura con los que mantengan su no en el parlamento, o resolver si se impone la abstención coral o se selecciona a once víctimas para el sacrificio.

Hoy en Barcelona el PSC va a confirmar su no, eso está muy claro. Más dificultades presenta saber qué hará con este no un PSOE enfrentado a un dilema diabólico, pues puede conducir a una ruptura que nadie quiere o hacer papilla un principio tan básico como el de la disciplina. Y si se suman a este no los otros disconformes, que pueden ser bastantes, el paisaje después de la batalla podría resultar catastrófico.

Es comprensible que la gestora pida respeto al resultado de una votación democrática y a la voluntad de la mayoría, y que quiera mantenerse firme en los principios, pero no olvide que el Comité Federal no ha sido precisamente la consagración de la firmeza en los principios, sino que ha invocado posibilismo y realismo agudo, y que los fundamentos socialistas fueron interpretados elásticamente. La abstención fue elegida como un mal menor. Con ese mismo realismo y esa misma elasticidad, ¿no sería un mal menor elegir un once para perder este partido?