Esta insufrible espera

Valencia

Este mundo vertiginoso que nos ha tocado vivir aguanta mal las pausas o las esperas. Demasiados días en la política española sin que pase nada relevante están acabando con los nervios de casi todo el mundo. Estamos deseando que cualquiera de los grandes tenores suelte el primer gallo para también nosotros sulfurarnos y empezar a soltar mandobles, que es lo nuestro.

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No será difícil porque el panorama, la verdad, aparece negro, negro. La mayoría de los españoles, lo decía ayer Metroscopia en El País, está absolutamente convencida de que Rajoy, y su gabinete, jamás logrará los grandes pactos que se necesitan porque en su fuero interno no creen en la política de acuerdos y, por lo tanto, en la democracia.

De la imposible situación del PSOE tampoco hay que esperar mucho, atados como están de pies y manos para resolver nada. Y no soñemos con grandes aportaciones de Podemos, más dados a destruir –sobre todo al PSOE- que a construir alianzas con otros, como ya se ha visto y demostrado.

Lo mismo, seguramente, ocurre con Trump, que estamos todos aguardando su primera gansada y ésta aún no llega, que las declaraciones ya no nos sirven porque necesitamos acción. Y no cualquier tipo de acción, no, sino acción de Hollywood, con muchas explosiones, abundancia de tiros y todo ello con un ruido ensordecedor.

Queremos hechos. Ya lloraremos después.