Europa es un zombie

Barcelona

Angela Merkel repite candidatura por cuarta vez, François Fillon se perfila como nuevo líder de la derecha francesa. Los dos grandes países europeos optan por el conservadurismo más tradicional para afrontar la crisis europea. Los mismos que nos metieron en el lío, Merkel como canciller, Fillon como primer ministro, ¿tienen que salvar el continente? Es todo un símbolo de la decadencia de Europa. Frente a las demandas de cambio defensa cerrada del status quo, frente a la incapacidad de armar un proyecto el fantasma del populismo. La misma estrategia que condenó a Clinton. Después, si las cosas no salen como habían previsto no aleguen sorpresa, reconozcan ignorancia. Y mientras seguiremos a piñón fijo: negando los límites del crecimiento, resistiéndose a afrontar una sociedad en que el trabajo ya no es la quera, manteniendo las dudas sobre algo tan imprescindible con la inmigración, componiendo con los autoritarios iliberales, especulando con el miedo y sin ningún relato de futuro que proponer. Europa es un zombie. Su proyecto ya se ha convertido en un plan neoliberal y ahora no sabe dónde ir”, ha dicho el filósofo David Harvey de paso por Barcelona.

A Nicolas Sarkozy los franceses lo recordaron lo que el no fue capaz de entender, que su tiempo el de la arrogancia y el desdén, ha terminado. Hay que ser de un egocentrismo y de una megalomanía sin límites para despedirse: “Estoy triste por Francia, buena suerte para Francia”.

Primer efecto internacional de la elección de Trump: Alepo pasa definitivamente a ocupar, junto con Grosny, el liderazgo de las ciudades mártires de Putin. La suerte esta echada: el dirigente ruso tiene licencia americana para que haga ganar a Assad la guerra civil rusa. Y desgraciadamente, antes de que Trump llegara, Obama ya había dado pasos en esta misma dirección. Los sirios demócratas y los kurdos están condenados.

Los tiempos cambian y algunos ven hoy en el País Vasco el seny perdido por los catalanes. PNV y PSE firman un pacto de gobierno que admite conceptos como nación, derecho a decidir o referéndum pactado. Son algunas las líneas rojas que sirvieron para cargarse a Pedro Sánchez. ¿Es la excepción vasca o es el PSOE entero el que cambia de orientación?