Cómplices

Madrid

En su bienvenida a los participantes del VI Congreso Nacional de Educadores Católicos, en marzo de 2015, el alcalde de Alcorcón declaró que su equipo se identifica plenamente con la ideología de dicha asociación. La discriminación implícita en este compromiso le invalida ya como representante público.

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Más adelante, combinando de oído conceptos tan elevados como la antropología y el humanismo en una serie de argumentos que producen sonrojo intelectual, el regidor y parlamentario del PP, que nunca ha tenido ovarios ni dos cromosomas X, condescendió a señalar a las mujeres el camino de la verdadera felicidad, que por supuesto reside en la maternidad y la sumisión. De paso, insultó gravemente a todas las feministas y, en el colmo de la ignorancia, decretó el fracaso histórico del movimiento que impulsó la única revolución social triunfante en el siglo XX.

David Pérez ha pedido disculpas y respeto para sus opiniones. Nadie debe concederle ni una cosa ni la otra. Los seres humanos sólo somos capaces de decir lo que podemos pensar, y esta intervención delata, con indiscutible precisión, la naturaleza de un pensamiento clasista, excluyente, clerical y, por encima de todo, machista. Estas creencias no sólo son incompatibles con los valores que garantiza la Constitución, sino que alientan comportamientos criminales en un país que no puede permitirse la muerte de una sola mujer más.

Si Pérez quiere que sus opiniones se respeten, que se vaya a su casa. Si no dimite, y Cifuentes y Ciudadanos le sostienen, dejarán de ser sus socios para convertirse en sus cómplices.