Procrastinación: "Vuelva usted mañana"
Analizamos con Irene Lozano este hábito de postergar las actividades que deberían atenderse con premura para dedicarse a otras más placenteras
Madrid
Procrastinar. Es la postergación de una acción, o el hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse. Es el "Vuelva usted mañana" de Larra frente al refrán "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Según la RAE, Del lat. procrastināre. 1. tr.Diferir,aplazar. También es, incluso, remolonear. Es más bien “No hagas hoy lo que puedas dejar para mañana”. En mayor o menor medida, antes o después, todos procrastinamos; pero parece que el término se ha puesto “de moda” en los últimos años. En Más Platón y menos WhatsApp hemos intentado evitar caer en la tentación de procrastinar reflexionando con Irene Lozano sobre este comportamiento que parece inherente al ser humano.
Más Platón y menos WhatsApp (05/12/2016) - La procrastinación: 'Vuelva usted mañana'
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Ya en el siglo XIX el poeta inglés Samuel Coleridge demostró ser un gran procrastinador. “Dejó inacabados una gran parte de sus versos, y el mejor ejemplo es el poema Kubla Kan, que concibió en sueños. Al despertar se propuso escribir 300 versos y cuando iba por el verso cincuenta y tantos llamó a la puerta una persona de Porlock, Coleridge se quitó de la tarea y ya no consiguió terminar el poema”, cuenta la filósofa. Es tan famoso el carácter procrastinador de Coleridge que esa persona que le interrumpió es recurrente en la historia de la literatura, y hasta la escritora Stevie Smith le ha dedicado el poema titulado La persona de Porlock.
“La procrastinación“, explica Lozano, “está ligada a un comportamiento irracional”, por eso fue un tema abordado por Sócrates y Platón. En el diálogo Protágoras Sócrates y Platón conversan sobre esta perplejidad que nos produce que "somos seres racionales, tomamos decisiones, deliberamos y pensamos sobre lo que nos conviene hacer…y sin embargo no lo hacemos”. Ambos hablaban de Akrasía, palabra griega que significa “debilidad de voluntad”. "Para Sócrates", dice la periodista, “no es un ser racional el que no lleva el camino entre la intención y la acción hasta el final”. Procrastinamos porque no somos capaces de obedecernos a nosotros mismos, y eso, para los filósofos griegos, es totalmente irracional.
- La procrastinación eficiente
Sin embargo, Irene Lozano defiende que ésta es “una idea que ha causado mucha infelicidad, porque todos tenemos un componente irracional y no hay por qué achacar a debilidad de la voluntad ese abismo entre la intención y la acción”. “Los procrastinadores están bastante mal vistos, pero nosotros somos indulgentes”, declara. Y es que a veces procrastinar es hasta productivo, como demostró el filósofo John Perry, autor de La procrastinación estructurada. Perry era un procrastinador nato que se acabó dando cuenta de que aunque aplazaba ‘la gran tarea’ – una tarea especialmente tediosa o dificultosa-, mientras iba retrasando esa gran tarea iba haciendo otras cosas útiles.
Antonio Cano es Catedrático de Psicología de la Universidad Complutense y Presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la ansiedad y el estrés. Según él, la procrastinación puede ser “un estilo de afrontamiento de situaciones que nos provocan tensión, o la respuesta emocional de ansiedad”. La ansiedad es “una emoción que nos pone en alerta y nos activa ante la posibilidad de obtener un resultado negativo”. El problema surge cuando esa ansiedad nos impide actuar: “Por un lado nos ayuda, pero por otro en ocasiones priorizamos la alta activación fisiológica y el malestar psicológico, por lo que algunas personas tienden a posponer”. La virtud está en “saber adaptarse a las demandas de cada situación.” “Aunque nos cueste un poco de malestar, a veces merece la pena esa ansiedad”, afirma el catedrático.
Pero, ¿el procrastinador nace o se hace? Para Cano hay algunos rasgos de personalidad que pueden apuntar hacia la procrastinación, como ser más ansioso, neurótico o negativo; lo que puede favorecer la puesta en marcha de ciertas conductas, pero además hay “un componente de aprendizaje importante”. Hasta para procrastinar hay que aprender algo.