Soberbia
Hay gente que ni siquiera en un concierto de música clásica considera que debe estar desconectado: el mundo no puede prescindir de mí durante unas horas
Manuel Jabois: 'Soberbia'
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Madrid
Hay dos razones fundamentales por las que acudir a un concierto con el teléfono encendido. La primera es la más conocida: la incapacidad de disfrutar de algo sin dejar pruebas para la posteridad. Es decir: disfrutar de algo grabando, o sea, trabajando. Tiene más valor decir que estuviste allí que estar allí. Hay artistas como Calamaro que han emprendido una cruzada contra eso porque se encuentran en recitales con camaritas y flashes hasta la última canción. Si a alguno de esos fans se le pregunta al acabar qué le ha parecido el concierto, responderá que tiene que verlo en casa.
Y este no es el caso de William Christie y su Concierto de Navidad en Madrid. Ésta es la segunda razón por la que los teléfonos móviles molestan. Hay gente que ni siquiera en un concierto de música clásica considera que debe estar desconectado. Tiene algo que ver con la soberbia: el mundo no puede prescindir de mí durante unas horas. Antes del teléfono móvil podían pasar días; ahora no puede pasar un segundo.
Ya es muy difícil encontrar a alguien en el cine que no consulte su WhatsApp o su correo porque considera que el planeta acusaría estar una hora y media sin él. O que en ese concierto de música clásica tenga el volumen encendido porque su trabajo, su familia o generalmente su vida, es bastante más importante que la de los demás que apagaron su móvil.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...