Justicia o venganza
A los dictadores, a los sátrapas, hay que combatirles, sí, a ser posibles derrotarles, pero siempre que sea posible… juzgarles. Esa es la mejor victoria: en las guerras y en la vida
Madrid
Hace unos minutos, antes de entrar al estudio, me han enseñado un video de una boda en Brasil donde un tipo armado la emprende a tiros contra dos de los invitados a los que acusa de haber matado a un familiar suyo; las imágenes, desde luego, son impactantes y muestran lo que es… un acto de venganza, de venganza pura y dura.
La opinión de Francino (01/02/2017) - Justicia o venganza
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Vale, ¿qué posición tenemos ante esto? Hay ocasiones en las que uno podría llegar a pensar incluso que está justificado. Yo creo que no, creo que el sentimiento de venganza es muy humano, pero tenemos que sustituirlo por la justicia. Y este dilema –o este planteamiento- es precisamente el que late en una novela –una magnífica novela- de la que hoy vamos a hablar aquí en La Ventana. Es posible que a su autor, a Guillermo Arriaga, le conozcan más como guionista de cine, por películas como Babel, Amores perros o 21 gramos, pero es también un gran novelista.
Y además ese asunto que plantea –justicia o venganza- enlaza perfectamente con la noticia que les estamos contando en La SER: la primera querella contra el régimen sirio por torturas y ejecuciones masivas; denuncia que va a tramitar la justicia española, la Audiencia Nacional concretamente. Porque a los dictadores, a los sátrapas, hay que combatirles, sí, a ser posibles derrotarles, pero siempre que sea posible… juzgarles. Esa es la mejor victoria: en las guerras y en la vida.