Día de la injusticia
Es curioso: en este siglo de la globalización se impone como paradigma un repliegue de fronteras, de banderas y de intereses propios…o sea, de rechazo al extranjero que ahora mismo se extiende como una mancha de chapapote, que lo enmierda todo

Madrid
Casi parece un sarcasmo, pero la ONU tiene un día dedicado a la justicia social, uno concreto, y ese día se celebra precisamente hoy. ¿Que cuáles son los objetivos? Pues erradicar la pobreza, obtener el pleno empleo y el trabajo decente, garantizar la igualdad de género y promover el acceso al bienestar. Uno diría que estos objetivos deberían ser permanentes, luchar por ellos todos los días del año…pero, bueno, tampoco está mal que se subraye en una fecha concreta. Lo que pasa es que luego la realidad es muy deprimente, mucho.
Las cuatro grandes patas de esa anhelada justicia social convergen en el drama secular de la inmigración, hoy agravado por una marea de refugiados que no sólo huyen de la miseria sino también de la guerra. Y la respuesta que el primer mundo –o sea, el nuestro- está dando, resulta –salvo honrosas excepciones- una auténtica vergüenza; y un detonante para sacar lo peor de cada casa. Ahí está Trump, ahí está el Brexit, ahí está Marine le Pen en Francia, o Geert Wilders, en Holanda, hablando de “la escoria marroquí”…ahí están las vallas en Ceuta y Melilla que no han impedido hoy otro intento de entrada de centenares de personas.
No sé, la semana pasada en Estados Unidos se convocó el día sin inmigrantes, hoy en el Reino Unido –con un carácter más testimonial pero con idéntico mensaje- está en marcha el “día sin nosotros”. Y no debemos olvidar la gigantesca manifestación del sábado en Barcelona…pero no me negarán que es curioso: en este siglo de la globalización se impone como paradigma un repliegue de fronteras, de banderas y de intereses propios…o sea, de rechazo al extranjero que ahora mismo se extiende como una mancha de chapapote, que lo enmierda todo.


¡Ah! Y por cierto, en el llamado índice de justicia social –ya que estamos- España ocupa el puesto 25 sobre 28 países de la Unión Europea. Hemos pasado de aquella supuesta economía de Champions League a estar bordeando el descenso de categoría.




