Qué buena es la justicia, cuando no me toca

Madrid

Al fiscal de Murcia llevan años ya buscándole las cosquillas. Porque además ha sido un hombre muy temerario. Sólo se le ocurre a la justicia meter las narices en la corrupción urbanística en una comunidad de costa. Eso provocó que se le acumulasen enemigos. Podríamos decir: bueno, para eso está el poder, ¿no?

El PP debería defenderlo y defender también la independencia judicial y que los procesos sigan adelante sin ninguna injerencia. Lo que ocurre es que era ese propio partido en Murcia el encargado de cuestionar la integridad del fiscal. Esto es muy habitual y por habitual que sea no hay que dejar de denunciarlo: si la justicia no me toca, la defiendo; si me investiga es que trabaja para Podemos.

En el año 2014, el PP en la Región de Murcia empezó a deslizar que el fiscal López Bernal estaba muy cerca de Podemos. Ya habían contado que estaba cerca del PSOE y habrían dicho cualquier cosa con tal de deslegitimarlo. El caso es que lo que supuestamente le unía a Podemos era que en 2014 el fiscal defendía, al igual que Podemos, que un político imputado debería abandonar el cargo.

Tres años después eso mismo lo defendía el Partido Popular, lo firmaba el Partido Popular para llegar al Gobierno regional de Murcia, lo desmentía cuando ya en el poder el presidente murciano fue imputado y terminaba su operación indecente de intimidación y acoso al fiscal superior de Murcia apartándolo de su cargo.