Todo un símbolo

Hong Kong

Es lo que corresponde. El patinazo de Warren Beatty se convierte en bandera de esta era de la posverdad en la que los errores y las mentiras han tirado por la ventana todas las certezas. Errores de cálculo algunas veces, falsedades manifiestas otras y ese reconocimiento unánime de que la intoxicación nos invade. Invade territorios que históricamente correspondieron a los hechos y que nos están llevando a este estado de atonía colectiva en el que nadie se fía ni de su padre pero en el que los suelos son tan resbaladizos que tampoco abundan los dispuestos a defender posiciones.

La posverdad, o sea la mentira, está llenando el mundo de sacamuelas y vendedores de humo, cuyos disparates escuchan cada día millones de personas con la mayor seriedad. El mismísimo hegemon, el presidente de los Estados Unidos, nos obsequia a diario con un selecto surtido.

Con Warren Beatty un titular falso ocupó el mayor escaparate mundial por unos momentos. Me parece todo un símbolo.

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