El extraño poder de Els Amics de les Arts

Madrid

Els amics de les Arts es un monstruo de cuatro cabezas llamadas Dani, Joan, Eduard y Ferran. Un monstruo que, curiosamente, es muy indie fuera de Cataluña y bastante mainstream dentro. Ante los micrófonos de Fuego y Chinchetas responden de forma perfectamente coordinada, pero a la hora de componer cada uno aporta influencias diferentes, y eso se vuelve a notar en su último disco, Un estrany poder (Sony, 2017), que es el primero con canciones nuevas en tres años.

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En algunos temas recuerdan a Franz Ferdinand y en otros a la música disco de los 70 y 80 o a la gresca de La Pegatina. "¡Esa es nuestra riqueza!", explican. "Intentar homogeneizar eso sería un error. Nuestro público lo entiende, lo pide y, a veces, hasta nos exige que lo intentemos todo".

Un estrany poder, la canción que da título al álbum, habla del extraño poder de la esperanza cuando todo está perdido, pero ellos han extrapolado esa idea para definir cómo actúa la música, "un ente inmaterial, pero capaz de generar emociones de todo tipo: hacernos reír, hacernos llorar, hacernos bailar"...

El cuarteto catalán publicó su primera maqueta en 2005 y, tres años después, su primer disco, pero el éxito se disparó con los hits incluidos en Bed & Breakfast (2009). El público catalán se había quedado con ganas de más Manel y temas como Jean Luc o 4-3-3 situaron a la banda en la primera división de la escena local. Ahora, después del disco en directo 10 anys (2015), con el que volvían la vista atrás, necesitaban cambiarlo todo para poder seguir igual... ¡o crecer!

"Creíamos que era un paso natural y que contar con un productor externo podía llevar nuestro sonido un paso más allá", explican. "El disco tiene otra esencia a nivel sonoro pero en el corazón estamos nosotros potenciados".

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El elegido fue Tony Doogan. ¿Por qué? "Era el productor más versátil al que podíamos acceder y, al mismo tiempo, un productor al que admirábamos. Un monstruo que ha trabajado con Belle and Sebastian o Mogwai, pero que también ha hecho bandas sonoras de Hollywood, es una persona suficientemente versátil como para entender nuestro eclecticismo. ¡Lo que no imaginábamos es que diría que sí!".

Uno de los temas más dooganianos del disco es Casa en venda. La letra habla de unos hermanos que venden la casa de sus abuelos y, cuando ya es demasiado tarde, se dan cuenta de que la han cagado: "En las familias siempre hay personas de consenso. Puede haber guerras internas, pero todo el mundo respeta a los abuelos y queríamos ponernos en esa situación tan chunga del error irreparable".

Durante la grabación del álbum, Tony Doogan les hizo ver que, llegado el final de la canción, la gente aún no estaba preparada para escuchar cómo acababa ("tú también aún los sientes, aún los notas cerca"). Por eso les propuso introducir un espacio instrumental, "un vacío que cada cuál pueda rellenar con sus propias experiencias". Y el resultado pone la carne de gallina: "Fue uno de los grandes cambios. Ahí se ve que ha trabajado con Mogwai, por ejemplo, porque el sonido que consigue con las guitarras es increíble, o la rever y los delays del piano... ¡Es brutal! Nosotros, seguramente, no habríamos atrevio a hacerlo".

Con El seu gran hit, primer single del disco, cambian totalmente de registro para abrazar, en modo retro, la electrónica discotequera. "Nos ha dado muchas alegrías porque nos ha ayudado a abrir puertas más allá del territorio catalanohablante y nos consta que ha sido muy bien recibida", explican.

La canción es una parodia y una autoparodia al mismo tiempo porque ridiculizan a los grupos de chicos robacorazones, a los haters... Pero no es el único tema del disco en el que tiran de sentido del humor. Primer en la línia successòria, por ejemplo, destaca por su irresistible riff de guitarra —muy Franz Ferdinand—, pero también por la divertida historia de un chico que siempre cree que va a ligar y, al final, no lo consigue: "¡Nos han dicho que el himno oficial de los pagafantas!".

La discografía de Els Amics de les Arts está plagada de vivencias cotidianas, pero tal y como están las cosas, ¿se puede hacer un disco en Cataluña y no hablar de política sin tener que reprimirse un poco? "¡Nosotros llevamos 12 años haciéndolo!", responden. Una prueba más del extraño poder de la música, sin duda.

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