Teatro: el rugido del león

Madrid

Hace apenas 24 horas este mismo lugar desde el que les hablo era un pandemónium de cebras, antílopes, elefantes, buitres, cocodrilos, leones, ñus, hienas…incluso rondaba un pájaro de colores que no paraba de hablar y un jabalí que apestaba. Pero no se engañen: no es que hoy hayamos viajado a la sabana africana, ni tampoco que yo sufra alucinaciones… que podría ser. No, es que estamos en el teatro, y en el teatro todo es posible.

Les hablamos concretamente desde el Lope de Vega, en Madrid, donde hace seis años desembarcó El rey león, que ha superado ya la cifra –brutal- de tres millones de espectadores. Nos hemos venido a este escenario para abrir La Ventana y celebrar con los oyentes el Día Mundial del Teatro. Hace un año lo hicimos en el Teatro de la Comedia, con El alcalde de Zalamea; hoy hemos optado por este musical, por El rey león, pero el hilo conductor es el mismo: es esa mezcla de magia, sí, pero también de realismo que distingue la actividad teatral; y que le otorga una función higiénica tan básica como iluminar zonas de la vida, de la sociedad…que todos más o menos intuimos pero que por distintas razones se dejan de lado.

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El teatro puede ser lúdico, serio, enjundioso, irreverente, dramático, experimental, clásico, reflexivo, de denuncia….pero siempre resulta imprescindible. Es más, como decía Albert Boadella, el legendario director de Els joglars, el teatro es tan beneficioso para la salud colectiva que debería contar con el apoyo del Ministerio de Sanidad. Eso no sé si lo veremos pero en un día como hoy sí es muy oportuno reivindicarlo.

Y si no es el Ministerio de Sanidad al menos que sea el de Hacienda el que de una puñetera vez se baje del burro de ese IVA del 21%, que está haciendo más daño que la peor de las enfermedades.