Que el PP nos devuelva la televisión de todos

Dejemos a los socialistas en su rincón, en mitad de la refriega del crowfunding o quién pagó los actos de Ifema, para irnos a Televisión Española, aquella que un día fue de todos y que en estos últimos cinco años ha sido de propiedad exclusiva, aquí no entra nadie porque es nuestro corralito, de Mariano Rajoy y su partido.

Con notable desparpajo, al poco de llegar a La Moncloa se cargaron la elección de presidente por dos tercios de la Cámara, puesta en marcha por Zapatero, para dejarse las manos libres y poder hacer esa máquina sectaria de propaganda que ha sido desde entonces. Con absoluto desprecio de cualquier norma no ya política, sino ética, se cortaron cabezas, se contrataron a paniaguados de Génova a cascoporro, hasta formar una redacción paralela y se nombró a dedo a jefecillos afines para los cargos intermedios y fungir de obedientes capataces.

Ya puestos al impúdico desahogo, hacemos lo que nos da la gana, se eligió para dirigir con mano firme aquel circo a un aplicado servidor de quien le paga, siempre en los fértiles campos de la derecha, desde el Abc, la Gürtel o Telemadrid, fíjense qué brillante hoja de servicios al PP la de José Antonio Sánchez.

Parece que ahora la situación puede revertirse, y a lo mejor hasta podemos volver a sentirnos orgullosos de la televisión pública. Ojalá.