El maldito día en el que debutó la Velvet

Madrid

Posiblemente fue el compositor Brian Eno quien mejor definió la importancia del primer disco de The Velvet Underground: “Apenas vendió 30.000 copias, pero cada una de esas 30.000 personas que lo compraron montaron una banda”.

John Cale y Lou Reed habían nacido con una semana de diferencia en marzo en 1942. Los dos venían de familias de clase media y ambos eran niños prodigios, mentes brillantes pero torturadas. Cuando se unieron le pusieron a su banda el nombre de un estudio psiquiátrico sobre la desviación sexual y comenzó su viaje musical, el descubrimiento de un mundo diferente. En plena explosión hippie, la banda era estética y compositivamente, lo opuesto a aquellos jóvenes. Y también lo eran sus textos: oscuros, anticonvencionales, descastados, cantaban a chulos, a la heroína o la homosexualidad. Sus letras fueron una reacción a ese pensamiento de posguerra de hogares felices, de optimismo y de sueños americanos.

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Dicen que cuando el artista Andy Warhol estrechó por primera vez la mano de los integrantes de la Velvet Underground nevaba. Era diciembre del año 1965, y el encuentro se produjo en un local neoyorquino llamado Café Bizarre en el que el grupo tocaba. El artista no tardó en ficharlos para que actuaran en el estudio que había abierto dos años antes en Manhattan: The Factory. Un año después de ese encuentro comenzaron a grabar su primer disco, de la mano y de la fama, del peculiar célebre pintor.

El debut de la Velvet tardó un año en venderse a alguna discográfica. The Velvet Underground and Nico se publicó en marzo de 1967 capitaneado por Lou Reed, con la voz de la alemana Nico, y en la banda con John Cale, Moe Tucker y Sterling Morrison. Fue el propio Andy Warhol quien diseñó el plátano más famoso del mundo de la música, el que luce en la portada. Pero The Velvet Underground existió antes y después del artista, y antes y después de la fama.

El debut de la banda neoyorquina apenas tuvo trascendencia en su momento pero terminó por convertirse en uno de los más discos más reseñados, aplaudidos, imitados y catárticos de la historia del rock. De él bebieron Bowie o Patti Smith. En realidad casi todos los movimientos de rock tienen una deuda con este grupo y con este disco, el primer paso de una de las bandas más geniales de todos los tiempos.