Vivir sin escolta 18 años después
La política Ana Salazar y otras 37 personas en Euskadi salen hoy a la calle sin escolta por primera vez en décadas
Barcelona
Algo tan simple y rutinario para la mayoría como es conducir su propio coche es hoy toda una novedad para ellos. También lo es salir de casa o dejar su puesto de trabajo sin avisar antes por teléfono. Hoy comienza una nueva vida para 38 personas en el País Vasco. Son los últimos amenazados por ETA y este lunes, a pocos días de que la banda terrorista escenifique la entrega de sus armas, redescubrirán lo que es pisar la calle sin escolta por primera vez en décadas. "Me siento extraña" confiesa Ana Salazar, procuradora en las Juntas Generales de Álava por el Partido Popular, para quién supone "una novedad" coger el volante de su propio vehículo: "son muchos años sin haber conducido".
Ana Salazar, procuradora en las Juntas Generales de Álava, vive su primer día sin escolta tras 18 años
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Corría el año 1999 y Ana tenía 27 años cuando necesitó protección por primera vez. "Imagínate durante 18 años con dos personas en todo momento" explicaba a Gemma Nierga en Hoy por hoy. Dos personas que han pasado a ser parte de su vida y que al mismo tiempo velaban por ella. Caminar sin ellos al lado es un cambio que cuesta asimilar. "Notas esa inseguridad, es normal pero por otro lado es una sensación de libertad". El Ministerio del Interior retiraba oficialmente los escoltas el sábado 1 de abril por lo que la despedida se produjo el viernes y, por supuesto, no fue una despedida cualquiera. "Hubo lágrimas" recuerda,"son muchos años, son de la familia". Pero tampoco acaba aquí su relación con ellos. "No es una despedida para siempre, son unos amigos".
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Salazar comenzó como concejal de un pueblo pequeño, Kuartango, donde el PP nunca había tenido representación. "Fueron años muy dramáticos" rememora. "Que tus propios vecinos te rechacen, que gente con la que has crecido no te hable o te insulte a la hora de entrar en un pleno…para mí fue mi duro. Ahora lo contamos con esa sonrisa pero han sido años de, después de un pleno, llegar a casa llorando".
Tener a dos personas detrás en tu vida diaria, tanto en la pública como privada, no es algo que todo el mundo pueda soportar. La propia Salazar reconoce que en más de una ocasión trató de darles esquinazo para disfrutar de un rato de auténtica libertad. "Alguna escapadita, no lo voy a negar" comenta entre risas. Y por supuesto, no faltan las anécdotas y equívocos, como cuando sus compañeros de trabajo le preguntaban por los supuestos "novios" que le esperaban a la puerta. "Intentaba ser discreta pero era imposible, te cambian de escolta, venían distintas personas a buscarte al trabajo...".
El próximo sábado, 8 de abril, ETA comunicará a la Justicia francesa la localización de sus arsenales, lo que supondrá, de facto, el fin de la banda. Salazar, sin embargo, no acaba de fiarse: "Se han dado muchos pasos, pero aún se tienen que dar más . Han sido años de mucho dolor. No es un desarme y se acabó, hay que dar muchos pasos. Que estamos mejorando sí, pero la palabra fiar no". Al menos, de momento, se abre una nueva etapa, un nuevo ciclo en el que muchos tendrán que re-aprender a vivir, ahora, sin escolta.