Francesc Boix o el día a día en el frente
El libro 'Los primeros disparos de Francesc Boix' recoge 1368 negativos de la República y la Guerra Civil que pertencen al famoso fotógrafo catalán, el mismo que capturó el horror de Mathausen

FRancesc Boix

Madrid
Francesc Boix es conocido por ser el fotógrafo que documentó el horror de Mathausen. Logró sobrevivir al campo de exterminio y capturar lo que los nazis implantaron allí. Sus fotografías fueron clave en los Juicios de Nuremberg donde él mismo testificó contra los jerifaltes alemanes. En 2013 supimos que no sólo se había enfrentado con su cámara a Hitler; sino también al bando franquista en la Guerra Civil. Con tan solo 17 años, su militancia comunista le hizo enrolarse en la 30ª División y combatir en el Frente del Ebro y del Segre.
Durante esos años, del 37 hasta el 39 que se exilió a Francia, fotografió la vida en el frente; sobre todo escenas cotidianas. "Fotografía la retaguardia y algunos momentos de combate, pero lo más interesante es que esos negativos tienen es la visión de alguien joven, una mirada limpia y clara, la de alguien que está mezclado con la tropa, que son compañeros suyas. Lo ineresante es esa convibencia y esa interacción entre los soldados y la población civil", explica Ricard Marco, miembro de la Asociación Fotoconexión.
Como ocurrió con la famosa maleta mexicana de Robert Capa, estos negativos estaban perdidos hasta que esta asociación, que se encarga de recuperar fotografías, descubrió el material en Perpiñán en 2013, cuando empezaron a aparecer en círculos de anticuarios y coleccionistas.

FRANCESC BOIX

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"En un primer momento quedaron sin venderse, porque se desconocía el autor y porque el precio era elevado". Los negativas iban a salir a subasta en internet; así que la asociación avisió a la Comisión de Dignidad y consiguieron adquirirlos por 7.500 euros. Hoy las fotografías están en el Archivo Nacional de Cataluña. Corroboraron que eran de Boix por la propia letra que acompañaba a muchos negativos, también porque en algunas de las fotografías salía el propio Francesc Boix y, además, cuando fueron publicando algunas imágenes, mucha gente empezó a reconocer a familiares.
Tras exhibirse en una exposición, las fotografías aparecen recopiladas en un libro que edita Now Books, Los primeros disparos de Francesc Boix. Sostiene Susan Sontag en su ensayo Sobre la fotografía, que al igual que otro tipo de arte, la fotografía es una manera de interpretar el mundo. La de Boix es una interpretación de la importancia de la gente, de los civiles que soportaron una guerra larga y cruel y de los soldados rasos que componían el ejército republicano.

FRANCESC BOIX

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"Muchos negativos tienen anotaciones que indican que hacía copias y las regalaba, probablemente a esos mismos soldados que retrataba", explica Ricard Marco. En tiempos de saturación visual, donde todo parecer tener que ser retratado y compartido en las redes sociales, sigue sorprendiendo la publicación de compilaciones como ésta, donde hay una fotografía, quizá nostágica, pero también histórica, de momentos de la guerra fuera de la batalla. Imágenes que, como , diría Sontag, se han convertido en un acontecimiento en sí mismo.

Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...




