Sevilla, noviembre de 1993. En el estadio Sánchez Pizjuán Dinamarca se juega una plaza en el Mundial de Estados Unidos ante España, que también se la juega. En ese partido juega de portero por Dinamarca Peter Schmeichel y en España es titular Andoni Zubizarreta. Ese es el escenario en el que empieza la relación de Kasper Schmeichel con Santi Cañizares. Cañete salió a los diez minutos de partido porque Zubizarreta fue expulsado y ahí fue cuando Kasper, hijo de Peter, descubrió a Santi. En ese partido un gol de Hierro le dio la clasificación a España, que tuvo en Cañizares a uno de sus mejores hombres. «Ese día era el cumpleaños de mi padre y se arruinó el día, mi padre no llegó muy contento a casa», ha bromeado. Ese día Kasper Schmeichel empezó a fijarse en Cañizares, una fijación que iría a más, tal y como ha explicado en El Larguero en una entrevista que ha compartido con el ahora comentarista de la Cadena SER. «La verdad es que mi padre fue un referente pero al primer portero que yo vi fue Santi Cañizares, le veía los resúmenes por YouTube y veía los partidos del Valencia pero solo cuando jugaba Cañizares», ha comentado ante la atenta mirada de Santi Cañizares.