En una época en la que la presión que ejercen los padres de los niños y niñas que juegan a fútbol es enorme, reconcilia escuchar a Kasper Schmeichel. El portero del Leicester, que vive su mejor momento a los 30 años, ha reflexionado en El Larguero sobre la actitud de algunos padres cuando van a ver a sus hijos jugar a fútbol. «Últimamente el fútbol se ha convertido en un negocio demasiado lucrativo y esto es muy perjudicial para los jóvenes porque estamos buscando al nuevo Bale, al nuevo Messi, al nuevo Ronaldo... eso es mucha presión para un niño, que también sufren mucha presión por parte de sus padres. Pienso que deberíamos dejar a los niños ser niños y cometer errores, lo único que tienen que hacer es desarrollarse, cometer errores... ser niños», ha reflexionado. El portero ha explicado que cuando decidió jugar a fútbol lo primero que hizo fue hablar con su padre Peter, uno de los mejores porteros del siglo XX. «Le dije el papel que quería que él desempeñase en mi carrera: no quiero que te impliques para nada en el fútbol, simplemente quiero que seas mi padre. Cuando acababa el fútbol las conversaciones que teníamos eran puramente familiares».