La paciencia eterna de Nolan Porter
El soulman de California grabó dos discos en los setenta y no volvió a grabar hasta 2010
Madrid
Son muchos los artistas que en un momento de su vida hicieron algo increíble que el mundo ignoró. Músicos que no entendieron su fracaso y que desaparecieron. Sixto Rodríguez, el protagonista de ‘Searching for Sugar Man’, es quizá el caso más llamativo, el hombre olvidado que trabajó 40 años en una fábrica de Detroit sin saber que en Sudáfrica era una estrella a la altura de Dylan o los Stones. Algo parecido le pasó al pianista británico Bill Fay o a Bobbie Gentry, que tras destronar de la lista de éxitos a los Beatles comenzó una carrera de una década. Cuando su último disco fracasó, la cantante sureña desapareció para siempre y lleva 30 años en paradero desconocido.
El tiempo, sin embargo, suele rescatar a muchos de estos artistas golpeados por la mala suerte. Y el tiempo ha rescatado a un músico brutal que estaba olvidado. Nolan Porter grabó dos discos en los años setenta y se esfumó, dio la espalda a la música y comenzó una nueva vida después de que su sello quebrase. Aquellos dos álbumes captan la magia de este soulman californiano, la dulzura de unas composiciones propias que pasaron por su época sin pena ni gloria. Porter, sin embargo, no dejó de actuar, de subirse a escenarios pequeños a tocar sus temas y versiones que combinaba con monólogos humorísticos. No tenía más pretensiones.
Nacido en Los Angeles en 1949, Nolan Porter comenzó a grabar en Lizard Label a principios de los años 70 y lo primero que grabó fue una versión del Crazy Love de Van Morrison, una balada romántica que apareció un año antes como parte de aquella joya inmortal que fue el Moodance del norirlandés, Porter se la llevó a su terreno, la hizo lucir menos cruel y dolorosa pero igual de inmensa y eterna.
El músico californiano debutó en 1970 con ‘No apologies’, un disco que cuenta con el apoyo de buena parte de los Mothers of Invention, la banda que acompañaba a Frank Zappa, con cuya hermana estaba casado Porter. Un disco poderoso y seductor que se mueve entre el soul y el funk con elegancia que contiene temas propios de Nolan Porter pero también otros firmados por grandes nombres del soul como Steve Cropper, Booker T Jones nombres muy venerados en el género más vinculados a Stax Records, el sello de Memphis. En ese primer disco hay funk, hay soul y canciones marcadas por el racismo y la lucha por la conquista de los derechos civiles como ‘Dont make me color my black face blue’.
En 1972 llegó a las tiendas ‘Nolan’, segunda y última entrega de Porter. Un disco que mezcla canciones que se editaron como single con temas propios o versiones, como la maravillosa ‘I put a spell on you’ de Screamin Jay Hawkins. En ‘Nolan’ aparece también ‘Keep on keeping on’, el tema más exitoso del cantante californiano y cuyo riff es la base de ‘Interzone’, el tema de Joy Division que apareció en ‘Unkown Pleasures’, el álbum de 1978 de la banda de Manchester. Aunque es otra canción de Porter la que le reconectaría con este siglo. En 2004, Paul Weller versionó ‘If I could only be sure’ en su ‘Studio 150’, aquella adaptación de la canción de Porter resultó clave para su regreso unos años después de la mano de otra banda inglesa, Stone Foundation. El soulman llevaba 30 años sin entrar en un estudio de grabación cuando la banda inglesa lo localizó a través de Internet, hablaron un día por Skype y convencieron a Porter para que viajaser a Inglaterra para tocar con ellos en el disco en el que estaban trabajando. Porter grabó dos temas y giró con ellos por Reino Unido en una gira por locales medianos, pero muy exitosa. De aquella reunión salió un documental con el título de su gran tema, ‘Keep on keeping on, a short film about soul’, un breve documental que cuenta la historia de las dos grabaciones en los años setenta y su encuentro con los chicos de Stone Foundation. Ahora Porter goza de un reconocimiento más justo y sus dos únicos discos se han revalorizado con el tiempo, de vez en cuando vuelve a subirse a un escenario, incluso ha girado por Europa –visita a España incluida- y se ha hecho algo de justicia con su historia y con sus canciones.