Quejas
Nos quejamos tanto... los dos nos cargamos de reproches, tú no bajaste la basura, yo nunca recuerdo apagar la luz del baño, nos quejamos tanto que se nos olvida a veces la dicha de que pasen los días y las quejas y de que aún encontremos algo por lo que protestar
Historias a media mañana con Espido Freire (24/04/2017) - Quejas
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Madrid
Nos quejamos tanto... los dos nos cargamos de reproches, tú no bajaste la basura, yo nunca recuerdo apagar la luz del baño, nos quejamos tanto que se nos olvida a veces la dicha de que pasen los días y las quejas y de que aún encontremos algo por lo que protestar. Y cada vez que te digo que la basura rezuma y huele, sé que te encogerás en el sofá, tan perezoso y tan cansado, y que seré yo la que, cuando la noche se haga vieja, coja la bolsa repugnante y la bajaré rezongando, el brazo muy lejos del cuerpo; y sabes que cuando abra de nuevo la puerta te cubriré de insultos enormes e inofensivos, y me echarás en cara que olvidé la luz del baño, y que luego la cuenta sube y nuestros ahorros bajan y no viajamos, y…
Nos quejamos, pero olvidamos recordarnos cada día la delicia de enterrar mi cara en tu espalda cuando me despierto en mitad de la noche y oigo tu respiración, y el mundo entero se organiza. Olvidamos agradecer el hueco de tu clavícula, que me sirve de almohada, y los brazos con que calmas mis lágrimas, y las palabras con que acaban tus preocupaciones, y la nostalgia inmensa que nos asalta de pronto en el trabajo, y las notas en la nevera como ésta, con corazones ridículos dibujados con la mano izquierda, mientras con la derecha agito la basura, un momento antes de librarme de ella y de pensar en terribles y atroces insultos con los que quejarme.