Lo mejor es la víspera
Esta noche hay derbi. Creo que la vida también imita al fútbol y nos gusta lo que está a punto de empezar, pero que todavía no empezó

Hoy en Madrid se juega la primera semifinal de Champions, Real Madrid-Atlético, pero yo estoy en el único aeropuerto de Galicia en el que quedan vuelos a Madrid, en Coruña, en el aeropuerto. Y en Galicia no es por aeropuertos: tenemos tres. Pero esto va en la línea de modernidad española que consiste en tener más aeropuertos que aviones. Al menos los gallegos no son de juguete como sí los hay por ahí, y al de Santiago le hemos puesto de nombre Rosalía de Castro. Construir aeropuertos para que no se nos olviden los poetas me parece una chuleta maravillosa.
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Y yo me estoy sujetando los nervios con el partido... Hay un libro, "Cómo la vida imita al ajedrez", en el que Gari Kasparov cuenta el caso de Akiba Rubistein. Era un ajedrecista tan tímido que hacía un movimiento en el tablero y corría a esconderse al fondo del cuarto detrás de una silla a esperar el movimiento del rival. A mí me pasa un poco lo mismo si tengo que hablar de fútbol.
Con el fútbol, procuro no hablar demasiado porque nunca sé por dónde me va a venir la respuesta. También creo que la vida también imita al fútbol y nos gusta lo que está a punto de empezar, pero que todavía no empezó. Lo mejor es la víspera, cuando todavía los sueños están intactos y no hay nada que los pueda romper.
Como en el amor, se disfruta lo que no ocurre, lo que está a punto de ocurrir. Porque de momento todo es posible, todos los aficionados podemos soñar con cualquier cosa. Pero a medida que se acerque el partido todos esos sueños empezarán a desvanecerse y en el partido todos estamos desatados y no hay espacio para la imaginación ni para la ilusión. Se acaba imponiendo la realidad y eso es lo más frustrante de todo, sobre todo cuando se pierde.

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...




