El derecho a morir de Luis

Luis de Marco cumplió este sábado 50 años y sufre un nivel avanzado de esclerosis múltiple que lo ha dejado tetrapléjico. Desde hace unos meses solo mueve el cuello y la cabeza, necesita ayuda hasta para rascarse una mejilla, tiene dificultades para respirar y mucho dolor. Le administran morfina cada tres o cuatro horas. Luis ha batallado incansablemente contra su enfermedad, ha buscado todas las salidas. Ahora sabe que no hay vuelta atrás y pide la sedación extrema, pero el equipo médico que lo atiende no cree que haya llegado el momento. Y Luis, apoyado por toda la gente que lo quiere, ha querido convertir el final de su vida es un grito para reivindicar una muerte digna.

La eutanasia que reclama Luis, la decisión sobre el final de la propia vida, no es legal en España. Todos los intentos de regularla han acabado en fracaso. En Madrid, donde vive, acaba de entrar en vigor la ley autonómica de la muerte digna que reconoce el derecho a la sedación a pacientes en situación terminal con enfermedad incurable y progresiva, sin respuesta al tratamiento y con pronóstico limitado a semanas o meses.

¿Tendremos alguna vez tiempo en España para debatir hasta dónde debe llegar el sufrimiento de Luis y de tantos otros como Luis? Abordar este debate a fondo, sin prejuicios y con respeto a todas las creencias. ¿O estamos condenados a que nuestra hoja de ruta se mueva exclusivamente en el eje paro y corrupción hasta la eternidad?