Buen vasallo busca buen señor, o señora

En mi último comentario de esta semana, a tres días de la votación de las primarias socialistas, con muchos motivos para temer por el futuro del partido, ¿hay fuentes de alimentación donde cargar la esperanza? Pues creo que en estas amargas primarias han brillado algunas señales positivas. Yo apunto dos. Uno, la vitalidad de la militancia. Sé que es fácil explicarla por algo tan negativo como el enconamiento, que agita todas las pasiones, pero considero que en tiempos de descreimiento de la política, la gran participación y la vibración con la que han seguido este proceso, es un activo muy valioso. En segundo lugar, el buen tono muscular democrático que demostró el PSOE en el debate del lunes, se exhibió la auténtica realidad con transparencia. Sí, esa realidad no fue muy idílica, pero precisamente eso refuerza su verdad democrática, especialmente en un momento en el que nuestra sociedad pide que se le hable claro y se juegue limpio.

Yo he expresado en varias ocasiones mi temor de que la votación del domingo no cierre la guerra civil del PSOE, sino que ésta se prolongue más allá del Congreso de junio y de posteriores Congresos. Pero, si los líderes son responsables, si se esfuerzan en trasladar esa responsabilidad a sus bases, estoy seguro de que éstas le responderán y que el PSOE saldrá adelante, porque se ha comprobado que hay buenos vasallos. Ahora falta que haya buen señor, o señora.