Por mucho que se insista
El president de la Generalitat insiste en que hay un mandato democrático del Parlament para celebrar un referéndum de independencia pero habrá que recordar que ese mandato de la voluntad popular de los catalanes, simplemente, no existe

El actual president de la Generalitat, Carles Puigdemont, como su antecesor Artur Mas, insiste en que hay un mandato democrático del Parlament catalán para celebrar un referéndum de independencia y que se llevará a cabo, con o sin acuerdo del gobierno español. Habrá que recordar, una vez más, que, por mucho que se cite, ese mandato de la voluntad popular de los catalanes, simplemente, no existe.
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El resultado de las elecciones autonómicas de 2016, planteadas como plebiscitarias por Junts pel Sí y por la CUP, situaron a quienes planteaban la independencia por debajo de quienes no la incluían en su programa, 47,7% frente a 50,6%. Es verdad que esos resultados se tradujeron en mayoría absoluta de los independentistas en el Parlamento catalán, pero la idea de la supremacía del parlamento sobre el voto popular en procesos de secesión ya fue descartada en 1970, hace casi 50 años, por el mismísimo Partido Independentista quebecois.
Hasta que no llegó un dictamen del Tribunal Constitucional canadiense, al cabo de bastantes años, a los líderes independentistas de Quebec no se les ocurrió poner en marcha ninguna declaración unilateral de independencia ni ningún referéndum ilegal ni insólitas leyes de transitoriedad jurídica. Cuando el referéndum de independencia se celebró, fue de manera legal y los quebecois decidieron, con su voto y por dos veces, que no querían irse de Canadá.

Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...




