¡Al abordaje!

Madrid

Ha habido decenas y decenas de piratas, corsarios y bucaneros que han hecho en el cine las delicias de grandes y chicos en películas como "La isla del tesoro", con Wallace Beery y Jackie Cooper,  "El Capitán Blood", que interpretó Errol Flynn en 1935, "El cisne negro", protagonizada por Tyrone Power o "La mujer pirata", dirigida por Jacques Tourneur y con Jean Peters y Louis Jordan.

También recordamos "La isla de las cabezas cortadas" con Geena Davis de protagonista. Steven Spielberg en "Hook" y Roman Polanski en "Piratas" también pusieron su granito de arena en el género. Las películas de piratas son sinónimos de aventuras y de acción, pero también hay comedias, como "La princesa y el pirata", protagonizada por Bob Hope, o "El temible burlón", con Burt Lancaster y musicales como "El pirata", protagonizada por Gene Kelly y Judy Garland.

El cine nos ha dejado una visión romántica de los piratas, hombres libres, valientes, generosos, nada sanguinarios ni crueles. En 1697 el tratado Ryswick, firmado entre las grandes potencias europeas, puso fin a la piratería en el Caribe, aunque continuó en el Océano Índico y en otros lugares. Lugo hemos oído hablar de la piratería aérea y de los piratas informáticos, pero nostros preferimos a los piratas de siempre. Películas que recuperan al niño que llevamos dentro, el niño que siempre está dispuesto a vivir mil y una aventuras en busca de un tesoro.