Como si necesita doce meses

El Partido Popular y Ciudadanos impidieron ayer que se prorroguen seis meses los trabajos de la Comisión que investiga si el anterior ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hizo un uso partidista de determinados medios de su departamento para perseguir a adversarios políticos, en concreto representantes del nacionalismo catalán.

Se podría pensar que PP y Ciudadanos quieren cerrar la comisión porque ya se ha averiguado qué ocurrió exactamente, como sucedió y porqué sucedió. Pero no, no parece que la comisión de Investigación tenga los datos suficientes para responder a esas preguntas, ni mucho menos. Así lo denuncian todos los demás grupos parlamentarios, que critican la poca información recibida y las continuas trabas que han sufrido sus trabajos. Todos ellos van a intentar que se convoque un pleno extraordinario que impida el cerrojazo del Partido Popular y de su aliado.

El caso no es menor. El uso de medios del Estado para perseguir a los adversarios políticos del Gobierno es una acusación muy grave en cualquier democracia y no puede quedar sin esclarecer. Las sospechas en este caso están, además, basada en conversaciones privadas del ministro, grabadas de manera ilegal, al parecer en su propio despacho, y difundidas posteriormente en medios de comunicación. Eso es algo que también ser explicado a la ciudadanía, porque resulta insólito, propio de un estado de opereta, que se coloquen ilegalmente micrófonos en el despacho de todo un ministro del interior.

¿Aquí no ha pasado nada? No, aquí han pasado cosas serias que no pueden quedar en la bruma. Si se necesitan seis meses como si se necesitan doce.