Fuego y chinchetas
Música
PRIMAVERA SOUND 2017

Arcade Fire, requeteconsagrados

La épica de la banda canadiense redondea una brillante jornada de conciertos en la que también destacan los clásicos de Van Morrison, la marcha de Metronomy, la contundencia de Japandroids o la emocionante puesta en escena de Rosalía y Refree

Win Butler y Regine Chassagne, de Arcade Fire, en el Primavera Sound 2017. / ROBERTO RICCIUTI WireImage

Barcelona

El de Arcade Fire estaba llamado a ser el concierto del Primavera Sound 2017 y los canadienses han cumplido con creces. Instalados en un permanente mejor momento de su carrera, su actuación de este sábado en Barcelona les requeteconfirma como la banda más importante de la última década. Apenas unos segundos después de subir al escenario ya tenían a decenas de miles de personas coreando el "oohhhhh, oohhhhh" de Wake Up. Y eso era solo el principio...

La segunda canción de la noche fue su flamante nuevo single, Everything Now, presentado a nivel mundial hace solo tres días, cuando (sin avisar a nadie) pusieron a la venta unos cuantos vinilos en uno de los tenderetes del Primavera Sound. Un nuevo himno que confirma sus ganas de acercarse a las pistas de baile.

Hechas las presentaciones, levantaron el pie del acelerador —Haiti y Here Comes The Night Time— para luego volver a disparar el bazoca de la épica con No Cars Go. Y con el Parc del Fòrum ya convertido en karaoke multitudinario, siguieron repasando los cuatro álbumes que les han encumbrado: Intervention, Neon Bible, In The Backseat, Reflektor, Afterlife, Ready To Start...

También tocaron una versión breve I Give You Power, el tema que publicaron a principios de año, coincidiendo con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Y luego un par de temas nuevos muy en la onda de su último disco uno de ellos se llama Creature Comfort— con los que el público se limitó a bailar y gritar "nanana"...

Reservaron para el final dos de los mayores hits de Funeral, el álbum con el que irrumpieron en 2005 y al que más acuden en sus directos: primero Neighbourhood #3 (Power Out) y luego, con el público enloquecido desde la primera nota, Rebellion (Lies). Aún no eran las 2.00 y quizás todo el mundo quería alargar la fiesta, pero solo hubo un tiempo para una larga ovación y un bis: Windowsill.

Decisiones difíciles, pero todas buenas

Van Morrison, 'el león de Belfast'. / MARTA PEREZ

Arcade Fire rozó la unanimidad, pero antes ya habían pasado por los escenarios del Primavera un par de leyendas, varias bandas consagradas y bastantes figuras emergentes ante las que el público se había visto obligado a escoger: Refree y Rosalía, Van Morrison, Metronomy, Hamilton Leithauser, Angel Olsen, Grace Jones...

Con Agorazein, la nave nodriza de C.Tangana, quedó claro que entre los que acumulan más primaveras hay cierta curiosidad por el fenómeno trap, pero que de ahí a emocionarse con proclamas como las de Ya sabes o Planes, hay un buen trecho: "Quieres hablar o follar hasta el hueso / Hay trampas a mi al rededor, pa' ratas oliendo mi queso [...] Mis numeros no engañan / Hablando pa' toda España"...

Los autralianos Pond se convirtieron en la opción más maistream a esas horas. Su pop psicodélico suena muy mucho a Tame Impala porque, entre otras cosas, comparten miembros, trayectoria y vocación de convertirse en los nuevos The Flaming Lips. Temas como Waiting Around For Grace o Don't Look At The Sun Or You'll Go Blind podrían haber triunfado en Woodstock'69 o Canet Rock'75. Como muchos de los de Mac Demarco. Buenos tiempo para el revival setentero...

Psicodelia al sol con los autralianos Pond. / SERGIO ALBERT

En las antípodas del recinto y de los estilos musicales, Rosalía y Raül Refree ofrecieron una de las actuaciones más bellas y emocionantes del festival. Con el Auditori prácticamente lleno pese a la dura competencia de otros escenarios, fueron presentando las canciones incluidas en Los Ángeles, un portento del cante flamenco con una brillante guitarra que procede del indie. Y el público, en permanente estado de emoción, rompía a aplaudir con fruición una y otra vez porque Rosalía o Nos Quedamos Solitos tienen toda la pinta de convertirse en son futuros clásicos...

Por suerte para quienes optaron por el recital del dúo catalán, Van Morrison había decidido guardarse Brown Eyed Girl y Gloria para el final del concierto, por lo que todo el mundo pudo darse el lujo de cumplir con la ineludible misión de tararear dos de los grandes clásicos de la música del siglo XX. Uno de esos conciertos que conectan generaciones y hacen grande al Primavera.

Grace Jones, sobre el escenario del Primavera Sound. / ÉRIC PÀMIES

Otra de las grandes atracciones del día era el concierto de Metronomy, con su irresistible triple fórmula de disco-funk, falsetes e indie pop, y como van sobrados de repertorio, pusieron el Primavera patas arriba sin apenas pausa entre un hit y el siguiente: Back Together, Love Letters, The Bay, Everything Goes My Way, The Look... Su líder, Joseph Mount, aseguró que el concierto que dieron en 2014 se había convertido en la mejor noche de su vida. Hasta la de ayer, seguramente, porque se compartaron, sin serlo, como unos grandes cabezas de cartel.

Y mientras muchos reponían fuerzas (o cogían sitio) para disfrutar de Arcade Fire, otros acudieron a la esperada actuación de la jamaicana Grace Jones o al homenaje brasileiro a David Bowie que ofreció Seu Jorge. Pero a la última gran jornada del Primavera Sound 2017 aún le quedaban tres ases en la manga: la fulminante descarga guitarrera de Japandroids, el concierto sorpresa de unas entregadísimas Haim y un (casi) final de fiesta patrocinado por !!! y su electrónica desenfadada.

Todo sin grandes aglomeraciones, con gran puntualidad y sin, salvo excepciones contadas, mayores problemas de sonido. ¡Chapó!

Carlos G. Cano

Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...

 
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