Refugiados en el desierto
Un grupo de refugiados sirios sobrevive desde hace dos meses y sin medios en la frontera de Argelia y Marruecos
Madrid
Atravesaron el desierto, de Líbano a Sudán y Libia. Cruzaron Argelia para llegar a Oujda, frontera norte con Marruecos porque su objetivo es llegar a Melilla para trasladarse a Europa, que es donde tienen familia. El cierre de la frontera norte les obligó a bajar al sur en transporte pero fueron rechazados en la ciudad de Figuig.
A esa ciudad llegaron el 17 de abril. Llegaron en dos grupos. Uno de 41 personas y otro de 14. Los habitantes locales se organizaron en colectivo para darles de comer todos los días. La alimentación la introducen personas que conocen muy bien la zona o a través de los militares.
Abandonados en pleno desierto intentan protegerse del sol con plásticos. Después de dos meses están débiles. Hay mujeres y niños. Son gente normal, trabajadores que huyen de la guerra. Familias completas. El enfrentamiento entre Marruecos y Argelia les ha dejado atrapados en tierra de nadie. Ninguno de los dos países quiere hacerse cargo de ellos e incluso impiden su acceso a la ayuda humanitaria.
Punto de Fuga: Olvidados en el desierto (11/06/2017)
56:55
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En esa desesperación de que Argel y Rabat no se ponen de acuerdo, ni tan siquiera se comunican, los sirios han llegado a rogar ayuda al rey Mohamed VI en un vídeo colgado en Facebook. le piden que les abra las fronteras y que les permita cobijarse en la localidad de Figuig para no estar a la intemperie.
El doctor Zouhair Lahna, un ginecólogo francés de origen marroquí, les ha visitado para atender a las mujeres embarazadas que hay en el grupo. “Los refugiados no tienen tiendas porque el ejército no se lo permite. El calor empezó a ser duro en el mes de mayo y después en junio, llegaron a 40 y 45 grados. Por la noche son atacados por serpientes y escorpiones. La vida es muy difícil”, explica el doctor a la Cadena SER.