Amenaza poco inteligente

El Parlamento catalán aprobó ayer, con el apoyo de Junst pel Si , Esquerra Republicaba y la CUP que los medios de comunicación privados que quieran acceder a las subvenciones y a la publicidad institucional de la Generalitat tengan que comprometerse a aceptar todas las campañas que lleve a cabo el Govern, incluidas las destinadas a comunicar todo aquello necesario para el buen funcionamiento del referéndum del próximo 1 de octubre”.

Es poco probable que esa amenaza surta mucho efecto, porque al fin y al cabo esos medios podrían, por un lado, cometer un delito si publicaran publicidad de un acto que haya sido declarado ilegal por los tribunales de justicia y por otro estaría probablemente en condiciones de demandar posteriormente a la Generalitat ante esos mismos tribunales por parcialidad manifiesta en la distribución de la publicidad institucional.

Lo mas interesante de la moción no es la poco inteligente intimidación, sino la petición que figura poco mas adelante de que el Gobierno facilite con la máxima transparencia los datos sobre subvenciones, publicidad institucional y suscripciones que reciben todos los medios de comunicación catalanes. Ese sí que es un dato importante. De hecho, estaría muy bien que todas las administraciones, de todas las comunidades autónomas y del propio Estado central, dieran detalladas cuentas del reparto de la publicidad que depende de sus presupuestos. Muy buena idea también que se vincule la publicidad institucional al respeto de los derechos laborales de los trabajadores, a los ratios de igualdad de género o a que dispongan de un código deontológico. Lástima que toda esa parte tenga una redacción tan vaporosa.