El filósofo youtuber que le lee la cartilla a Podemos
El filósofo esloveno Slavoj Zizek ha estado en Madrid impartiendo varias conferencias y ha mostrado su preocupación porque Podemos se quede en un mero partido marginal en la oposición. Por eso les pide que arriesguen
Madrid
Slavoj Zižek no es un intelectual al uso. Influido por Lacan y Hegel, es un filósofo youtuber que los millennials adoran, tanto que había colas para entrar en las conferencias que ha impartido en el Círculo de Bellas Artes esta semana en Madrid. Zižek es un pensador contradictorio con alma de provocador. Sus tics nerviosos le acompañan en cada exposición y hasta en sus vídeos en YouTube, a través de los que ha llegado a los millennials desencantados con el capitalismo y donde desmonta los blockbuster de Hollywood.
El consejo de Zizek a Podemos: 'Arriesgaos, intentadlo todo'
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"Lo que vemos en muchos blockbusters, como Elysium o Los juegos del hambre es cómo hay una clase dominante que controla la tecnología y otra clase dominada. No subestiméis a Hollywood", explicaba el filósofo que considera que el capitalismo digital ha cambiado la tradicional división de clases y que ha acrecentado la desigualdad. Ha escrito libros sobre el cine de Hitchcock, ha analizado la cara b de la Coca Cola, películas como Titanic, Star Wars o los vídeojuegos. En definitiva, es uno de los académicos que considera imprescindible tener en cuenta la cultura popular para entender cómo está cambiando la identidad de los individuos y también cómo ha resucitado el fascismo.
"Los estados son una parodia de sí mismos. El capitalismo, en el sentido en el que lo conocemos, está llegando a su límite", decía Zižek, que ha escrito Contigencia, hegemonía, universalidad, con Judith Butler y Ernesto Laclau. El filósoso, que suele citar sin tapujos a Stalin, propone una solución a la crisis de las democracias actuales: más burocracia. "Necesitamos estructuras más fuertes que sean capaces de regular, por encima de los estados, la ecología, los refugiados, la esclavitud laboral". Una burocracia controlada por la gente, por un grupo de personas elegidas por una especie de lotería, o sorteo, como se elige a los jurados populares.
"Es una lotocracía que evitaría la corrupción y los autoritarismos y daría responsabilidad a la gente", explicaba.
No hay nada que se escape al escrutinio minucioso de este marxista, convencido de que otra democracia es posible. Reconoce que el arte le decepciona. "No me gusta Pollock porque no me gustan los artistas borrachos, prefiero a Mark Rothko". Ni Pollock, pintor expresionista abstracto por excelencia, ni James Joyce. Solo defiende a tres autores: Becket, Kafka y Plátonov. Su bestia negra es el autor de Ulises: "Joyce es aburrido. Un narcisista, que le jodan. Prefiero mil veces a Becket", decía con su virulencia habitual.
Precisamente citaba una frase de Becket al ser preguntado por Podemos, partido del que muchos de sus dirigentes, entre ellos Pablo Iglesias, son seguidores. "Podemos se convirtió en algo importante, pero después del éxito llegaron los dilemas y ahora se hallan en un punto complicado. Mi consejo es que se arriesguen, pero que no abandonen a la sociedad civil y a las asambleas, que se arriesguen y no teman mancharse las manos. Que si pierden, vuelvan a intentarlo", exclamaba con pasión el autor de Viviendo el final de los tiempos.
"Estoy cansado de la izquierda narcisista que se divierte más en su papel marginal que gobernando. Ese fue el problema de los zapatistas", alertaba Zižek a los dirigentes de Podemos.
También ha cargado contra la política de refugiados. "No me gusta el sentimentalismo que hay con los refugiados. Por supuesto que hay que ayudarles, pero la izquierda liberal está diciendo que abramos las puertas y ¿luego qué? ¿qué creemos más pobres? Lo que hay que hacer es cambiar las condiciones económicas y sociales de sus países y de los nuestros, si no solucionaremos nada".
Zižek se ha interesado por el poder subversivo del humor, del sexo, por el cine y también por las series de televisión: por ejemplo El cuento de la criada. Una serie que muestra el totalitarismo sobre el cuerpo de la mujer, pero que de alguna manera, dice, el espectador empieza a disfrutar con ello. "Es muy fácil ver todo el horror que muestra la serie, pero el público empieza, de manera perversa, a divertirse". Lo mismo que ocurre, asegura, con Wall Street, la cinta de Oliver Stone. "Michael Douglas interpreta al tipo malo, pero no lo criticamos al final, sino que nos identificamos con él", añadía.
Considera que el papel de la cultura para luchar contra el creciente fascismo es fundamental. "Más que Rammstein -grupo alemán acusado por algunos de fascista-, son los artistas agradables los que componen la música del fascismo".
¿Sabéis quién es el ídolo de la ultraderecha americana? Taylor Swift. Es blanca, pura, aria. Además, es oportunista, no se quiere acercar ni a la izquierda ni a la derecha".
Slavoj Zizek es capaz de dar un titular en cada frase y de desmontar, en el sentido barthesiano, cualquier afirmación o mito de la cultura popular y de los preceptos que ha hecho bandera la vieja izquierda. Por eso, su pasión cuando habla de Syriza o Podemos tratando de evitar que comentan los mismos errores que sus antecesores ideológicos.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...