"En España cada año se pierden 7.088.000 millones de euros"

Madrid

Las falsificaciones son una realidad a la orden del día, no es difícil caminar por la calle y encontrarse con un grupo de manteros que ofrecen camisetas de fútbol, bolsos, perfumes, relojes, gafas o juguetes. Pero, ¿Ha disminuido esta actividad en los últimos años? En el último programa de SER Consumidor se reunió a un grupo de agentes implicados para debatir sobre esta realidad, sus protagonistas, escenarios y otros detalles.

José Antonio Moreno, presidente de ANDEMA; Fernando Magariños, Asesor jurídico de STANPA; Luis Berenguer, portavoz de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea; y Mónica Dopico, Inspector Jefe y Jefa de Sección de Delitos contra la Propiedad Intelectual e Industrial de la Comisaría General de Policía Judicial; fueron los invitados.

Moreno, presidente de ANDEMA (Asociación de Defensa de la Marca) fue el encargado de establecer datos concretos sobre las pérdidas y la magnitud de este fenómeno. “No nos ha ido mejor desde la última vez que hablamos. En España cada año se pierden 7.088.000 millones de euros solo en nueve de los sectores más afectados”, desveló Moreno.

Moreno también señaló la pérdida de 64.000 puestos de trabajo en España y el gran entramado criminal que hay detrás de estas ventas. “Hay explotación laboral de los inmigrantes que trabajan para las mafias, pero también un delito fiscal porque esos objetos no se declaran o si se declaran es por un precio muy bajo. Y por supuesto blanqueo de dinero”, apuntó el presidente de ANDEMA.

Magariños, asesor jurídico de STANPA (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), aseguró que este fenómeno afecta al 16’1% de las ventas en España y que en los últimos años “ha cambiado poquísimo”. Además, “los productos cosméticos son los más afectados por las falsificaciones”.

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Berenguer, portavoz de la EUIPO, comentó que en dos de los últimos estudios realizados se estableció que el “75% del tráfico ilegal se hace vía marítima, en containers y buscando puntos de distribución en los que los productos se esconden en paquetes pequeños que luego se envían por correo postal o mensajería”.

Por su parte, Mónica Dopico, como representante de la policía, indicó que “hay demasiada gente implicada y que queda mucho trabajo por hacer, sobre todo, en cuanto a cooperación internacional”. Pero no todo es malo, la Jefa de la Sección de Delitos contra la Propiedad Intelectual dice que “se han conseguido cosas en los últimos años”, pero señala que necesitan una fiscalía especializada.