Miguel del Arco: "El teatro es palabra"

Madrid

Se cumple un año de un ejercicio de valentía, de una acción quijotesca: la reapertura del Teatro Pavón. La compañía Kamikaze, con el actor y dramaturgo (ganador de 2 premios Max) Miguel del Arco a la cabeza, estrenaba Idiota, obra dirigida por Israel Elejalde que servía de apertura para la nueva etapa de este teatro después de 15 años con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. "Hemos pasado momentos de todo tipo y calibre, pero la sensación final que ha dejado este año es de alegría", le contaba Miguel del Arco a Macarena Berlín en Hoy por hoy.

"Alguien dijo que el Pavón se iba a quedar libre, miramos lo que costaba y nos dio un ataque de risa, porque nos parecía ridículo". Pero Jordi Buxó (productor artístico que ahora es gestor del teatro junto a Miguel del Arco y Aitor Tejada) preguntó y llegó el sueño que forma parte de todos los teatreros: Tener una casa para poderla definir y abrir las puertas como uno quiera. "Siempre ha habido una división entre los empresarios de paredes y los creadores, pero aquí éramos empresarios los mismos creadores", matizaba del Arco para expresar la valentía y la necesidad que se necesita para colocar esa creatividad.

Bautizar la compañía como Kamikaze ya implicaba que ellos mismos conocían el riesgo al que se enfrentaban. De hecho, Jordi Buxó dice: "Somos kamikazes pero no somos gilipollas". Una frase que explica la filosofía del grupo teatral. "La palabra kamikaze tiene ahora una ascepción terrorífica, pero a mí siempre me gustaba pensar en el kamikaze como un viento japonés que lo libera todo y da la vuelta a las cosas", explicaba Miguel del Arco. Cambiar y limpiar el aire para tener un poco de inconsciencia a la hora de empezar, "una cosa que nos ha definido desde el principio, desde que Aitor y yo estábamos escribiendo guiones para televisión y decidimos rodar cortos".

La obra más actual en el Teatro Pavón Kamikaze es Antígona, protagonizada por Carmen Machi. Según Miguel del Arco, todos los días se cuelga el cartel de "no hay entradas" porque tener a Carmen Machi es "un seguro de vida" y porque es "una actriz como la copa de un pino". Después de todo, e independientemente de cómo sean las obras que se representen, cuentan muchas más cosas que los nombres y los carteles; algo que va más allá de una entrada porque, a fin de cuentas, "el teatro es palabra".