El doctorado musical de Lukas Nelson
Tras acompañar a Neil Young durante tres años, Lukas Nelson y Promise of The Real sorprenden con uno de los mejores discos de música americana del año
Madrid
A sus 28 años, Lukas Nelson acaba de firmar uno de los álbumes más fascinantes del año. Un disco que es el trabajo final del master musical que el joven y su banda han recorrido, primero de la mano de su padre -el eterno Willie Nelson- y más tarde como banda de estudio y de carretera de Neil Young. Un lustro intenso para Lukas y su tropa, Promise of The Real, que ha cristalizado en un disco maravilloso en el que Nelson presenta credenciales y se deshace de etiquetas. Lejos queda aquella primera canción que escribió a los diez años y que le valió el halago de Kris Kristofferson. "Chico, quieras o no, vas a ser compositor", le predijo el amigo de su padre.
En activo desde hace una década, Nelson y sus amigos han contado con los mejores maestros y por el camino han hecho buenos amigos, muchos de ellos aparecen en esta entrega. La banda, que se conoció en un concierto de Neil Young y que tomó el nombre de una canción suya, terminó siendo su grupo apenas siete años después. Y tocar en directo con Young no es trabajo para cualquiera por muy importante que sea tu padre. Al lado del canadiense, los chicos aprendieron a jugar con el rock en todos sus estados, dimensiones y colores. Y han interiorizado el mensaje de Young y su forma de presentarse en directo.
El nuevo trabajo de Promise of The Real muestra todo ese aprendizaje y brilla desde la primera canción, la inspirada 'Set me down on a cloud', hasta el melancólico cierre con 'If I started over'. Pero es el viaje y no el destino lo que importa. Y en este viaje se cruzan paisajes folk con horizontes más country y entre medias de abruptos momentos rockeros de la escuela del profesor Young. Y en ese trayecto uno se topa con estampas tan luminosas como la de 'Just outside Austin', con el placentero piano de la tía de Lukas y la guitarra de su padre, ambos octagenarios. O con la maravillosa 'Carolina', junto a Lady Gaga, con quien Nelson hizo amistad al poner música a una película que interpretaba la cantante.
El homónimo disco de Promise of The Real muestra un abanico musical que se ha ido ampliando en los últimos años y que se aleja del country más monótono de historias personales, aunque también hay alguna en este disco como 'Forget about Georgia', donde Nelson cuenta lo complicado que le resultó olvidar a una chica con ese nombre cuando tras romper tuvo que tocar cada noche con su padre una versión de 'Georgia on my mind'. Pero en esta entrega, Nelson se siente cómodo en piel ajena al escribir, como en la historia del contrabandista de alcohol ilegal de 'Runnin shine'.
Esta maravilla de disco es el resultado de muchas lecciones musicales. La del padre vaquero y la madre loca del rock, pero también la de Young y todos los demás maestros, después de todo no son muchos los chavales que han tocado en el mismo festival que McCartney, Dylan, los Who, los Stones o Pink Floyd. Nelson y su banda lo hicieron el año pasado en el Desert Trip Festival antes de entrar al estudio. Aquello fue su tesina musical y este disco la prueba de que no perdieron el tiempo y de que Kristofferson tenía razón.
Escucha el disco completo en Spotify.