Ladridos que pueden salvar vidas
Tras el terremoto de México, que ha dejado más de 300 muertos, hemos querido saber cómo es el trabajo de los perros de búsqueda y rescate de personas. Visitamos la Unidad de Guías Caninos de la Policía Nacional para conocer de cerca la labor de estos animales
Madrid
Frida se ha hecho famosa en el mundo entero por su trabajo después de los dos terremotos que han afectado México este mes. La labrador rubia ha rescatado a 56 personas con vida, no sólo en este país sino también en otros lugares del mundo. Esta perra, de siete años, ha sido adiestrada desde cachorro por la Marina mexicana para rescatar a personas víctimas de desastres naturales. La historia se ha hecho viral en los últimos días. Su imagen con unas gafas que la protegen del polvo, el humo y otras sustancias peligrosas, junto a las botas que salvaguardan sus patitas de los escombros, ha puesto de relieve la labor de los perros de rescate cuando se producen este tipo de desgracias.
La Unidad Canina de la Policía Nacional lleva trabajando desde 1.994 con estos perros. Una especialidad en la que les adiestran durante año y medio para que puedan buscar y rescatar personas. "Trabajamos con sus emociones, con la alegría, la satisfacción, el placer que les produce lo que hacen. Tenemos que brindarles esto. Estar en Guías Caninos es un plus porque tu trabajo depende también de tu compañero. Hay que volcarse con él porque tiene su propia personalidad". Fátima Canales es Oficial de Policía y Guía Canino de la Sección Operativa Central de la Policía Nacional. Es la encargada del entrenamiento de este pastor belga malinois que ha participado en las tareas de búsqueda y rescate después del terremoto de Lorca de 2011.
"Tienen que ser sociables, que no se fatiguen en exceso, no deben reaccionar demasiado al entorno, que se adapten a cualquier situación porque se van a encontrar en contextos muy distintos, como los escombros, que son muy hostiles", nos explica Fátima. En cuanto a su entrenamiento, está basado en satisfacer al perro cuando ha encontrado a la víctima, "cuando te encuentra entiende que le van a felicitar, que le quieres. Lo volcamos sobre los figurantes o víctimas. Les proporcionan afecto y satisfacen su instinto de búsqueda que han empleado para llegar hasta ellos y lo canalizan a través de la entrega de la presa, que es el objeto o juguete que usamos en su adiestramiento". Hemos asistido a una práctica con Malder en la Casa de Campo de Madrid, donde se encuentra la Unidad de Guías Caninos de la Policía Nacional.
CONOCE A MALDER, UNO DE LOS PERROS DE BÚSQUEDA Y RESCATE DE LA POLICÍA NACIONAL
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ADOPTA UN JUBLIDO
La vida laboral de los perros de búsqueda y rescate oscila entre los siete y los nueve años. Dedican toda su juventud a desempeñar esta labor u otras, dentro de las diferentes especialidades que encontramos en la Unidad de Guías Caninos de la Policía Nacional.
Cuando llegan a esta edad, sus capacidades se ven mermadas por cuestiones obvias. Pero cabe la posibilidad que, tras su adiestramiento, carezcan de las aptitudes necesarias o se les detecte algún problema de salud que les impida desarrollar su trabajo dentro del cuerpo.
Un grupo de Policías Nacionales creó una ONG, sin ánimo de lucro, que se encarga de ofrecer una retirada digna a estos 'Héroes de 4 Patas'
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