Todo se acelera, hasta la chaladura

Parece que todo se acelera ante esa nueva fecha fatídica del próximo lunes. Ya lo fueron el 6 de setiembre o el 1 de octubre. Declaraciones irresponsables de las fuerzas secesionistas, porque a estas alturas, ya sólo quedan horas, siguen ocultando si su intención es la de proclamar, o no, la república catalana, una medida de enorme trascendencia histórica, cierto, pero que además afecta a la vida diaria de los siete millones y medio de catalanes que allí viven, incluida esa mitad, más o menos, que está en contra de este proceso enloquecido, además de los 40 millones que habitan el resto de España. El Constitucional también ha sido rápido y ha prohibido ese Pleno del Parlament. Veremos qué pasa en esta dolorosa pelea. Mientras, grandes empresas, y ahí incluimos a los bancos, comenzando por el Sabadell y siguiendo por Caixabank, se llevan sus sedes lejos del ruido de una independencia a contrapié y sin futuro alguno. Golpe duro a los independentistas, porque cualquier gobernante está en la obligación de preservar las fuerzas económicas que sustentan su sociedad. Al mismo tiempo, el presidente Rajoy se dirige al president Puigdemont a través de una agencia de prensa. Olvidemos sus mentiras sobre el rescate, y vayamos a lo serio: ¿Es consciente el responsable del Gobierno de España del drama que vivimos? ¿Cree que bastan declaraciones periodísticas? No tiene remedio.