¿Corren riesgo los depósitos bancarios en los bancos de Cataluña?

Madrid

La situación política catalana no sólo ha alcanzado las calles y los parlamentos. En las últimas semanas, ciudadanos catalanes han trasladado sus depósitos bancarios fuera de los límites de la región ante el temor de una quiebra financiera en un supuesto escenario de independencia. Además, los dos bancos principales de Cataluña, el Banco Sabadell y La Caixa, también tomaron la decisión de trasladar sus sedes sociales fuera de Barcelona (a Alicante y Palma de Mallorca, respectivamente).

Todo este contexto ha generado un sentimiento de inquietud e incluso de pesimismo que ha hecho saltar todas las alarmas y plantear muchas cuestiones sobre el futuro financiero en Cataluña en caso de independencia: ¿Habría un corralito? ¿Qué pasará con los depósitos de ahorro? ¿Seguirán los bancos catalanes amparados por el Banco Central Europeo (BCE)?

Para Pau Monserrat, economista balear y profesor de la Universitat de les Illes Balears, “no debe preocuparse nadie por el momento”. “Los bancos buscan evitar el miedo de los depositantes, es decir, que saque sus ahorros para llevárselos a otro sitio”, explicó Monserrat en el último SER Consumidor al ser preguntado por el traslado del Banco Sabadell a Alicante, decisión tomada el jueves pasado.

“El miedo en la banca siempre provoca desastres”, continuó explicando Pau Monserrat, “y con esto lo que se busca es transmitir un mensaje de tranquilidad: pase lo que pase, los clientes del Banco Sabadell y de La Caixa estarán siempre bajo el paraguas de Europa”. El economista resaltó precisamente esta cuestión como la más importante de todas, y es que mientras que Cataluña se mantenga dentro de la Unión Europea –algo que, según Bruselas, solamente es factible mientras mantenga su estatus quo dentro de España-, contará con el respaldo del Banco Central Europeo para recibir dinero siempre que lo necesite.

“En una Cataluña independizada sí que podría darse un coralito, ya que en ese escenario los bancos no contarían con el respaldo de la UE o el BCE”, argumentó el economista balear, que además dejó una reflexión en el aire capaz de despejar la incertidumbre política del momento: “Cuando hay miedo, el cliente bancario vota, y es un voto que tiene muchísimo más poder que cualquier urna o declaración política”.