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Cuando Levon Helm recuperó la voz

En 2007, el percusionista de The Band grabó su primer disco en 25 años tras recuperar la voz después de superar un cáncer de garganta y sus consecuencias

Levon Helm durante una actuación en el Festival de Jazz de Nueva Orleans en 2010 / GETTY IMAGES

Levon Helm durante una actuación en el Festival de Jazz de Nueva Orleans en 2010

Madrid

Tras vivir demasiados años al límite de lo salvaje, Levon Helm se topó con la realidad en forma de diagnóstico. De los duros. Cáncer de garganta. Eran los años finales de los noventa y el genial batería de The Band comenzó un largo viaje médico. Ante esa nueva situación, Helm se refugió en casa junto a la familia y los amigos. Pero no quiso alejarse de la música. Tuvo una idea. Miró al pasado y recuperó la esencia de los Medical Shows, esos espectáculos itinerantes que vendían elixires contra todos los males y que se acompañaban de música. Helm formó una banda solvente que incluía a su hija Amy y a respetados músicos y lo bautizó como The Midnight Ramblers Sessions, fiestas musicales en el granero de su casa de Woodstock, que había ardido unos años antes.

Sofá Sonoro: The Band (29/07/17)

58:34

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Lo que entonces Helm no sabía es que aquel inocente proyecto iba a ser el inicio de una nueva etapa de su carrera. Por sus Midnight Ramblers desfilaron músicos y amigos como Dr John, Elvis Costello, Mavis Staples, Gillian Welch, Justin Townes Earle o Kris Kristofferson. Helm, en plena recuperación tras afrontar más de sesenta sesiones que quimioterapia, tocaba todas las noches para hacer frente a las facturas médicas que se iban acumulando. Tras reconstruir su estudio, con capacidad para dos centenares de espectadores, el músico organizó sesiones musicales que incluían cena y cuya entrada llegaba a los cien dólares. Aquellas jornadas, que se editaron en 2006, recorren la historia del cancionero americano y resultan un fascinante viaje de la mano de Helm como maestro de ceremonia, aunque todavía lejos de los micrófonos más centrado en la batería.

Poco a poco, el músico fue recuperando el ánimo y la voz hasta que en 2007 se sintió con fuerzas suficientes para volver al estudio. Fuerzas para grabar su primer disco en solitario desde 1982, Dirt Farmer. Aquel álbum pilló a todos por sorpresa y ganó al público y a la crítica. El álbum, editado el 30 de octubre de 2007, se llevó al premio Grammy a Mejor disco de folk y devolvió a Helm a la primera línea musical por la puerta grande. Un regreso que lo llevó a volver a girar, aunque con prudencia y en citas selectas, aunque también al estudio un año después para una nueva entrega.

En 2009 el batería publicó Electric Dirt, un álbum potente en el que Levon brilla en todo su esplendor. La voz del músico no era la misma, la dulzura de su juventud había mutado en una voz quemada por la radiación, una voz experta y trasnochada, pero una voz interesante y poderosa que lo llevó de nuevo a los Grammy, a ganar el primer galardón que se entregó en la categoría de Mejor discos de Americana. Dos discos, dos premios y un nuevo estatus en la música. Tras 25 años sin grabar un disco y más de 40 después del final de The Band, Levon Helm volvía a estar en primera línea y a contar con el reconocimiento del público, pero sobre todo de los compañeros. En esos años se dio un último capricho, grabar un álbum en directo en el mítico Ryman Auditorium de Nashville, otro disco premiado a los Grammy cuando se editó en 2011. Sería su última grabación. En 2010 el cáncer volvió. Ahora en el hígado. Volvieron los dolores, dolores que le obligaron a cancelar actuaciones, aunque siguió luchando sobre las tablas con una agenda apretada.

El 19 de abril de 2012, Levon Helm falleció por ese maldito cáncer de garganta que ahora se había expandido por su cuerpo. Se iba un músico eterno que vivió unos años finales sensacionales a nivel musical y en los que peleó por dejar un legado, su estudio de Woodstock, y un puñado de discos sensacionales. También quiso dejar algo de dinero a su familia. Eso no lo logró. Murió con una deuda de 9.000 dólares que se cubrió con un concierto tributo con todos esos amigos y admirados que se pasaron por las sesiones golfas y mágicas de su granero.

 
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