¿Por qué nos la meten doblada?

Madrid

El Parlamento Europeo ha desmentido que vaya a prohibir el kebab en la UE. Sale así al paso de un rumor que se ha extendido como noticia a través de algunos medios y se ha viralizado en la red. El fenómeno de las noticias falsas es tan viejo como la verdad. Antes lo llamábamos mentiras o engaños, decíamos que nos habían vendido la moto o que nos la habían metido doblada. Ahora las llamamos finamente “fake news”, un concepto que es un contradiós, porque una noticia falsa no es noticia.

La pregunta es por qué siguen prosperando en una sociedad formada e informada que dispone de potentes herramientas para verificar una información. Y la respuesta no es sencilla. Seguramente la sobreinformación y la cultura de la inmediatez se han mezclado en un coctel explosivo que ha tocado incluso a los medios de comunicación tradicionales. Y esa es la peor de las consecuencias, porque las responsabilidades no son simétricas. Y porque los instrumentos para desmontar una noticia falsa – la consulta a las fuentes, la verificación de los datos y la contextualización de los hechos – están en el ADN del periodismo, que nunca debería olvidar que es mejor ser el segundo en dar una noticia fiable que ser el primero en divulgar una patraña.