Juan Ignacio Crespo: “Se puede invertir en bitcoins como quien va a jugar al casino”
El economista, asesor de Multiciclos Global FI Renta4, analiza por qué esta moneda virtual ha disparado su valor en las últimas semanas hasta los 20.000 dólares
Bitcoin / Dado Ruvic (Reuters)
Madrid
“El Bitcoin no es una moneda, aunque lleve el título de moneda digital y aspire a serlo”, asegura Juan Ignacio Crespo. “No es una moneda porque las variaciones son muy fuertes. En ocasiones no daría para comprar el pan y en otras para comprar el pan de todo el mes”, detalla el economista, para quien es necesario dejar claro que el Bitcoin es solo “un activo en el que se puede invertir, como si fueran acciones”.
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Juan Ignacio Crespo: “Se puede invertir en bitcoins como quien va a jugar al casino”
“Quien piense en comprar bitcoins lo mejor que puede hacer es darlos por perdidos, y si luego se gana dinero, estupendo. Se puede invertir como quien va a jugar al casino, con suerte tendrá un premio”, advierte Crespo, para quien “los problemas de seguridad en internet”, con robos de bitcoins, convierten esta apuesta en algo “inseguro”.
Recuerda Crespo que el Bitcoin nació como “un intento de que fuera el oro de internet” durante lo peor de la crisis, ya que “muchos pensaron que se iba a disparar la inflación por la inversión de los bancos centrales” para frenar el caos financiero. “Se habla de minería del Bitcoin porque consiste en obtener algo escaso, comparable al oro, para combatir la proliferación de dinero que crean los bancos centrales”.
El Bitcoin es “un premio para quien resuelve premios matemáticos muy agudos en internet”, algo parecido, ha comparado Crespo, “a lo que hacían los buscadores de oro al conseguir pepitas”. Esta minería, subraya el economista, tiene consecuencias incluso para la lucha contra el cambio climático: “Hay tantos millones de ordenadores en el mundo haciendo minería del Bitcoin, tratando de conseguir ese premio, que el consumo de energía es asombroso. Ahora mismo consume más energía que Irlanda en un año”.
Habrá también cambios sociales. “Si yo vendo un coche, la tecnología de cadena de bloques permite que quede registrado en millones de hogares por si queremos demostrar que hicimos esa transacción. Pueden desaparecer en el futuro profesiones como las de notarios, registradores e incluso bancos”.
