El riesgo de los verbos

Barcelona

Existen pocas cosas que entretengan más a la política que la especulación y ahora que están todos los datos del escrutinio encima de la mesa, ahora que se ha definido el mapa catalán con una participación récord, han empezado las cábalas sobre cómo afectará al conjunto del país el reparto que decidieron las urnas en Cataluña. Se analizan la victoria en escaños del independentismo pero también el éxito amargo de Ciudadanos, los resultados discretos del PSC y los comunes y el estrépito del fracaso del PP. Se pregunta por el efecto que tuvo en las marcas catalanas de los grandes partidos la intervención de sus líderes. Es el momento de las cábalas.

Hay muchos verbos que definen la semana: gobernar, que es la principal duda, quién gobernará la Generalitat, cómo y para qué; negociar, a lo que se han emplazado aunque sea de lejos y de aquella manera, pero el verbo más comentado en estas fechas quizá sea extrapolar, calcular qué efectos tiene para el conjunto lo que se ha votado en una parte. Y lo que se llamó bloque constitucionalista tiene tarea pendiente, aunque nadie tiene tanta como el PP. Lo más llamativo de todo es que el presidente del Gobierno tuviera que salir a descartar un adelanto de las generales al poco de las catalanas.

Mariano Rajoy compareció rápido para tratar de cortar el debate en su partido que, aunque en voz baja, algunos empiezan a expresar. Algo parecido ocurre en el PSOE -a escala muy distinta porque nada es comparable al batacazo del PP- y algo parecido pasaba ya en Podemos antes incluso de la campaña -también, claro, a otra escala- por que el discurso catalán ocupara todo el relato del partido.

Contrastan todos esos escenarios con la extrapolación que hace Ciudadanos, consciente de su impulso en las catalanas porque es la primera vez que un partido que no es nacionalista, de hecho es antinacionalista, gana en escaños y votos. Pero extrapolar, que se vuelve necesario para detectar las señales y las grietas, va emparejado con otro verbo: especular. Las claves catalanas eran excepcionales y muy marcadas, identitarias mucho más que ideológicas. Conviene tenerlo en cuenta. Pero prudencia es sustantivo y el riesgo está en los verbos.