Los mejores y la vocación política
Elena Salgado cree que en el gobierno “deben estar los mejores, aunque no tengan vocación política”, como fue su caso. Es una afirmación muy discutible
Los mejores y la vocación política
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Elena Salgado cree que en el gobierno “deben estar los mejores, aunque no tengan vocación política”, como fue su caso. Es una afirmación muy discutible. Primero, porque da la impresión de que las dos cosas son incompatibles: o se forma parte de los mejores o se tiene vocación política. Y segundo, porque si los mejores no tienen vocación política, los gobiernos se convertirían en puras plataformas técnicas, algo que no es lo que votan precisamente los electores. La experiencia, y la historia, demuestran que los mejores gobiernos no son los integrados por los mejores técnicos, sino por los mejores políticos. En cualquier caso, está claro que la señora Salgado no tenía vocación política. En cuanto pudo, es decir rapidísimamente, volvió a la empresa privada. Respecto a la salida a Bolsa de Bankia, que se produjo durante su mandato, la exvicepresidenta aseguró que no hubo la menor intervención de su ministerio. “Ni miramos para otro lado ni dejamos de mirar. Simplemente, no era una cuestión de nuestra competencia”, dijo. Es una pena que aun no siendo cuestión de su competencia, la responsable de la economía de este país en aquella época ni mirara ni dejara de mirar una operación financiera tan importante, porque si lo hubiera hecho, quizás por pura vocación política, se habría dado cuenta de que algo estaba rematadamente mal. Pero claro, los mejores que no tienen vocación política solo se meten en sus puros asuntos.
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Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...