“Es pronto para saber si se pueden comer los insectos con seguridad”
Desde el pasado 1 de enero la venta de insectos comestibles ya es legal en España. En el último SER Consumidor analizamos con un experto en nutrición qué ventajas nutritivas tienen. También palpamos cómo está el mercado para el consumo público
Madrid
Su producción en granjas necesita muchos menos recursos que cualquier animal; aportan nutrientes y minerales de calidad; y, en otras partes del planeta, siempre se han integrado en la dieta humana. Los insectos -que han sido siempre comestibles- ahora han llegado a las tiendas de forma regulada. La Ley lo ha permitido desde el pasado 01 de enero, y con ella se pretende regular la venta y el consumo de estos seres vivos antes de que lleguen a nuestro paladar.
“Es pronto para saber si se pueden comer los insectos con seguridad”
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“Todavía es pronto para saber si podemos comer con seguridad cualquier insecto”, declaraba en el último SER Consumidor el doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, y experto en seguridad alimentaria, Miguel Ángel Lurueña: “sólo se ha permitido su consumo”, añadía. Pero lo cierto es que grillos, saltamontes, gusanos de seda, escorpiones, larvas… han venido para quedare en nuestras dietas –o al menos dentro de sus posibilidades-, y como reconocía el propio Lurueña “tampoco deberían presentar más problemas que cualquier otro alimento”.
“Pese a que nos dé un poco de reparo por cuestiones culturales, son una opción más”, apuntó Lurueña, especialista en alimentación, que recordó también que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) “lleva diciendo desde hace años que por los problemas de superpoblación habremos de buscar nuevas fuentes de alimentación como los insectos”.
Un mercado que promete ir en auge
En España en este tema siempre hemos ido con un poco de retraso. Mientras que en países como en Francia este mercado lleva ya años regulado, aquí solamente han sido unos pocos valientes que, valiéndose de un vacío “alegal”, ya aprovecharon en su día las virtudes de estos diminutos seres para incorporarlos en sus platos.
Es el caso de la coctelería ‘La Passión’ (Valladolid), donde los sirven en bolsitas de snack, en ensaladas o como guarnición “desde hace más de doce años”, según contó a SER Consumidor su dueño, Marco Negroni. ”Evidentemente se venden más los bocadillos de jamón –bromeaba-, pero sí que existe mucha curiosidad, ya que al fin y al cabo es una acción transgresora y exótica”, dijo Negroni.
La primera empresa encargada de comercializar insectos en España es ‘Don Grillo’. Su dueño, Sergio Pérez, pasó por los micrófonos de SER Consumidor para contarnos cómo surgió la idea: “Descubrimos el tema en Francia y nos llamó mucho la atención. Decidimos ponerlo en marcha y ahora vendemos grillos, larvas, gusanos de seda, escorpiones…”, una lista a la que añadió los productos elaborados a partir de la harina de insectos: tales como galletas, bombones o barritas energéticas.
Para el dueño de esta empresa, pese a que ve “normal” que mucha gente “sienta asco”, se frota las manos por las posibilidades del negocio: “Hay un mercado muy interesante en el deporte. El gran valor de proteínas de los insectos va muy acorde con la alimentación de los deportistas de élite”, concluyó.
También preguntamos en la calle a los consumidores sobre el consumo de estos productos; en general no causan demasiado entusiasmo, aunque los más jóvenes sí que están deseosos de probarlos.